Un dormitorio por muy bonito que sea tiene que lograr inducir al descanso y al sueño ya que si no su objetivo no estará cumplido. Existen algunos trucos de decoración que pueden ayudarnos a crear el ambiente que necesitamos de verdad para reponernos cada día y poder descansar correctamente.
La cama será la reina
La tranquilidad, el silencio, el orden, la calma… todos estos son aspectos claves en el momento de decorar un dormitorio y es que éste es nuestro espacio más privado donde debemos sentirnos a gusto y sin estrés.
La cama es la pieza principal del dormitorio y el centro de cualquier mirada por lo que es muy importante que el colchón esté adecuado a nuestros gustos de confortabilidad y dureza. Por otra parte resulta también importante vestirla bien. Unas sábanas de algodón serán las que nos proporcionen mayor descanso y cuanto mayor sea su número de hebras mayor suavidad nos proporcionará además de evitar el sudor. Las almohadas igualmente tienen que adecuarse a nuestro gusto, de nada nos servirá tener unas preciosas almohadas cuadradas por ejemplo, si en realidad lo que necesitamos es una almohada cervical. Según los expertos las mejores almohadas con las que están rellanos de plumas y son muy mullidas.
Colores perfectos
Los mejores tonos para un dormitorio son los crudos como por ejemplo el blanco, el beige o el ocre ya que transmiten limpieza, relax y luminosidad, Podemos utilizar estos tonos en edredones, cortinas, velas, etc. Además tambo el beige como el blanco combinan perfectamente con cualquier otro color por lo que podemos introducir tonos algo más oscuros si lo deseamos para conseguir unos contrastes espectaculares
La luz ideal
Lo perfecto sería tener una lámpara de techo y otra en la mesilla de noche como luz de apoyo y con menor potencia. Lo correcto es que a la hora de acostarnos y al despertarnos no nos sobresaltemos con una luz demasiado intensa. Además esta luz de apoyo nos resultará suficientemente conveniente para poder hablar por el móvil por ejemplo o para revisar nuestras cosas en el ordenador.
Una zona para el descanso
Si podemos permitírnoslo podemos dedicar una pequeña parte de nuestro dormitorio, aunque sea muy pequeña, a cualquier otra cosa que no sea dormir. Por ejemplo podemos colocar un sillón pequeño para leer, un descalzador, un pequeño tocador o cualquier otra cosa que nos guste y que nos ayude a realizar algún tipo de actividad. Sin duda se convertirá en un rincón super especial.
La decoración que necesitamos
Las velas aunque no decoran en sí mismas, son muy importantes ya que tienen la capacidad de ambientar cualquier tipo de estancia. También podemos colocar un par de cuadros agradables o fotos que nos generen buenas vibraciones y que nos hagan revivir momentos especiales.
Otras ideas que transmiten también sensación de relax puede ser un jarrón con flores, un libro bonito que puedas colocar sobre la cama o sobre la mesilla de noche, o nuestros collares favoritos colgados en ganchos en la pared.
En cualquier caso la clave está en crearnos un espacio en el que nos sintamos bien y que resulta absolutamente personal.