Dos grandes estrellas unidas por una fecha

Hoy es día 26 de enero. A los amantes del cine les gustará saber la importancia que tal fecha representa para la historia del séptimo arte, ya que en una fecha como hoy, del año1925, nacía en el estado de Ohio el que iba a ser una de las grandes figuras de Hollywood, el actor Paul Newman. Pero el destino es caprichoso, y quiso que en esa misma fecha, esta vez en California en el año 1973, otra de las más brillantes estrellas representativas de la gran pantalla nos dejara, Edward G. Robinson. Dos grandes estrellas unidas por una fecha Paul Newman fue hijo de emigrantes húngaros y polacos. A los 18 años se alistó en la Armada de los Estados Unidos, y ya no vuelve a su población hasta después de haber combatido en la Segunda Guerra Mundial. Estudió Ciencias Económicas, pero posteriormente decide estudiar interpretación en el Actor’s Studio, lo que puede hacer gracias a una beca que le concede el ejército.

Empieza su trayectoria profesional con pequeños papeles de extra en cine y televisión. Su primera película se la ofrecen en el año 1954, “El cáliz de plata”, que pasa sin pena ni gloria y de la que el propio actor dice que es “la peor película de la década”. A los 2 años llega su primer éxito, “Marcado por el odio”, con la que empieza a consagrarse como actor”.

Nos ha dejado títulos inolvidables como “La gata sobre el tejado de zinc”, “Éxodo”, “Dulce pájaro de juventud”, “El premio” junto a Edward G. Robinson, “Cortina rasgada”, “La leyenda del indomable”, “Dos hombres y un destino”, “El golpe”, “Veredicto final” o “Mensaje en una botella”, entre otros muchos.

Edward G. Robinson nació en el año 1893 en Bucarest. A los 10 años emigró con su familia a los Estados Unidos, estableciéndose en Nueva York. Quería ser abogado, pero, por suerte para sus futuros espectadores, no pudo realizar los estudios correspondientes, aunque le ofrecieron una beca para estudiar en la Academia Americana de Artes Dramáticas.

Sus primeros pasos, como los de tantos otros actores, tienen lugar en Broadway. Después pasa al cine a interpretar papeles secundarios, y su gran oportunidad llega en el año 1931, cuando el director Mervyn LeRoy le ofrece un papel en su película “Hampa dorada”, una excelente cinta de gangsters que no sólo es el principio de su consolidación como actor sino también de su encasillamiento como tipo duro, a pesar de que no siempre ha representado este papel.

A Robinson le hemos visto en un gran número de largometrajes que hoy forman parte de los mejores de la historia del cine, como “Perdición”, “La mujer del cuadro”, “Perversidad”, “Cayo Largo”, “Mil ojos tiene la noche”, “El extraño”“Los diez Mandamientos”, “Millonario de ilusiones”, “El premio” junto a Paul Newmn, “El rey del juego” o “Cuando el destino nos alcance”.

Nuestro recuerdo para estas dos estrellas irremplazables a las que el destino quiso unir en una fecha; 26 de enero.