El encanto de la decoración rústica

En un anterior artículo, hablábamos de la decoración minimalista. Hoy lo haremos de la decoración rústica, una opción muy buena para quienes quieran dar un cambio radical a su vivienda. El encanto de la decoración rústica

En los últimos años estamos viendo una tendencia, en numerosos aspectos de la vida, a volver a lo tradicional y a lo natural. Parece que la ciudad ha saturado a un gran número de nosotros, lo que nos lleva a buscar aquello que recordamos de antaño, a volver a lo rústico y a la calidez de lo tradicional.

Para darse cuenta sólo es necesario observar el gran desarrollo que ha tenido el turismo rural en los últimos años, en detrimento de los grandes hoteles e incluso de lo que hasta ahora han sido los mayores centros de interés turístico. Parece que las personas necesitan volver a sentir el contacto con la naturaleza, por lo que se tiende a alejarse de la frialdad de los lujosos establecimientos y de las grandes ciudades para volver a aquello que posiblemente se asemeja más al concepto de hogar.

También en la decoración, como no podía ser menos, se ha notado este efecto. Cada vez hay más personas que, a la hora de decorar su casa, optan por un estilo rústico que les otorgue calidez y confortabilidad, dejando aparte que se trata de un estilo de una gran belleza, lleno de vida, en el que cada rincón tiene su propia personalidad.

Si nos decidimos a decorar nuestra casa de manera rústica, los materiales que tendremos que usar básicamente son la madera, el barro, la piedra y las fibras naturales. Ellos son los que darán a nuestro hogar este ambiente cálido que estamos buscando.

En líneas generales, debemos tener en cuenta que para las paredes lo más adecuado serán materiales como la piedra o la madera, o incluso el corcho. Las paredes blancas son también muy adecuadas, ya sean lisas o estucadas. En lo que se refiere a los suelos, uno de los materiales que mejor quedan son las baldosas que imitan a las que se hacían antiguamente con barrio cocido (por supuesto, si puedes conseguirlas genuinas, mucho mejor, pero no es fácil), quedando también bien la madera.

En lo que hace referencia al mobiliario, el estilo rústico tiene la ventaja de que admite cualquier material, siempre que sea natural. Lo normal es que domine la madera, pero la decoración admite la incorporación de cualquier mueble de mimbre, de bambú, o similares.

En cuanto a los complementos, otro tanto de lo mismo: procura que sean dentro de lo posible hechos con materiales como el barro, la madera, la caña… En las paredes te van a quedar muy bien algunos tapices. Intenta conseguir alguna herramienta relacionada con el campo para colgar en ellas, o algún cacharro antiguo para adornar algún rincón o estantería, como puede ser un bonito molinillo de café, una tetera o una plancha antigua.

Dale el toque de gracia con alguna manta vistosa y cojines coloridos en el sofá, que van a acentuar la calidez del ambiente. Y pon visillos de lino, imitando los antiguos, o de ganchillo que quizá puedas hacer tú misma.

En la cocina, deja piezas de cerámica y cucharones de madera a la vista. Cuelga cacharros del techo, como cazos y sartenes, entre los que siempre quedan bien algunos de bronce. Las vajillas y piezas de cerámica son también muy decorativas, así como los enseres tradicionales como un mortero.