Mantequillas de frutos secos

Los frutos secos son unos alimentos muy importantes que se deberían consumir todos los días en cantidades moderadas, ya que en una ración pequeña se consiguen una gran cantidad de nutrientes que contribuyen a tener una óptima salud y a estar con energía durante todo el día.

Además de tomarlos al natural, se pueden preparar mantequillas caseras para hacer unos ricos aperitivos, tostadas o bocadillos. Descubre cómo hacerlas.

Los mejores frutos secos

La nuez

Este fruto es muy bueno para prevenir las enfermedades cardiovasculares, así como para combatir el nerviosismo, depresión y estrés, además de mejorar el estado de ánimo. Tambíen tiene propiedades antiinflamatorias que contribuyen a reducir los dolores de las articulaciones.

La avellana

Este alimento destaca por la capacidad que tiene para regular el nivel de azúcar en la sangre. Son ricas en fibra y en ácido fólico, por lo que están muy recomendadas en las mujeres embarazadas y para quienes sufren estreñimiento.

La almendra

Este fruto seco previene la aparición de los cálculos renales así como el Alzhéimer o el Párkinson. Reduce también los niveles de colesterol. Sobresale por su elevado contenido en calcio por lo que es ideal para combatir la osteoporosis, además de ser un alimento excelente para los deportistas y para las embarazadas, puesto que favorece la lactancia.

En cualquier caso a la hora de elaborar nuestras propias mantequillas se pueden combinar varios ingredientes e incluso añadir otros para buscar nuevos sabores, como por ejemplo la canela, el cacao o la vainilla.

Receta de mantequilla de frutos secos

Ingredientes necesarios:

-4 tazas del fruto seco elegido
-½ taza de aceite de coco virgen extra
-1 cucharada de sal marina
-Esencias al gusto (vainilla, cacao, etc.)
-Endulzante al gusto

Elaboración:

Antes de comenzar a fabricar nuestra mantequilla casera, deben activarse los frutos secos, es decir, facilitar tanto su digestibilidad como su procesamiento y para ello hay que ponerlos unos ocho horas en remojo antes de triturarlos. Otra opción es tostarlo en el horno.

A continuación se colocan los frutos secos bien escurridos junto con la sal y el aceite en la procesadora y se bate durante diez minutos. Al principio los frutos secos se molerán y después su harina irá soltando la grasa poco a poco.

Si es necesario se irá parando la procesadora y así evitaremos que se quemen, además de tener la precaución de ir despegando la masa que se vaya quedando en los bordes del recipiente. El resultado va a ser una mantequilla muy cremosa, a la que se puede añadir, si se dese, endulzantes y las esencias. Debe conservarse en un frasco hermétoco en el frigorífico, como máximo durante dos semanas.

Para disfrutar al máximo de esta mantequilla se puede rellenar con ella unas ciruelas, unos dátiles, unas galletas o unas magdalenas. También se pueden untar algunas rodajas de fruta como por ejemplo de plátano, de piña o de manzana. Añádela también a los batidos o yogures o enriquece con ellas tus bocadillos.