Recetas llenas de vitaminas y proteínas

La fruta fresca, el pescado y las verduras aportan fibra, vitaminas y proteínas a nuestro organismo. Descubre algunas recetas mediterráneas perfectas para conseguir todos los beneficios que supone la ingesta de estos alimentos. Recetas llenas de vitaminas y proteínas

Naranjas con canela

Ingredientes:

· Cuatro naranjas de mesa

· Naranjas de zumo

· Edulcorante en polvo

· Canela en polvo

Comienza pelando las naranjas y retirando toda su parte blanca de la piel para cortarlas en rodajas finas.

Exprime las naranjas de zumo hasta que consigas aproximadamente medio litro. Añade al zumo resultante un poco de canela y de edulcorante. Bate todo con la ayuda de una batidora a una velocidad lenta para que no se te formen grumos.

Dispón las rodajas de las naranjas en una fuente o un plato para servir y rocía con el zumo. Espolvorea con otro poco de edulcorante y otro poco de canela. Deja que repose todo durante un rato en el frigorífico antes de servirlo en la mesa.

Besugo al horno

Ingredientes:

· 350 gramos de besugo

· Dos cucharas de aceite de oliva

· Un diente de ajo

· Vinagre de manzana

· Una guindilla, sal y perejil picado

Limpia muy bien el besugo y da unos cortes en sus partes más gruesas para conseguir asarlo bien. Rehógalo, sálalo y mételo en el horno untado con un poco de aceite a unos 200 grados centígrados durante unos diez minutos aproximadamente.

Calienta en una sartén que sea antiadherente un poco de aceite y rehoga el ajo en láminas en ella, así como la guindilla también cortada en rodajas. Cuando empiecen a dorarse los ajos, retira la sartén y añade el vinagre. Remueve todo bien hasta que se ligue.

Rocía el besugo con esta salsa y espolvorea con un poco de perejil. ¡Listo para servir!

Alcachofas con almejas

Ingredientes:

· 600 gramos de alcachofas

· 100 gramos de almejas

· Una cuchara de aceite de oliva

· Una cebolla

· Un diente de ajo

· 30 ml de vino blanco

· Harina, perejil, sal y un limón

Elimina las hojas exteriores de las alcachofas y corta su tallo y las puntas. Frótalas con un limón, córtalas por la mitad y ponlas en agua a fuego lento hasta que éste rompa a hervir. Añade un poco de sal, el zumo de limón restante y una cuchara de harina.

Deja que cueza todo durante unos veinte minutos hasta que se encuentren en su punto. Déjalas en el agua.

Limpia las almejas cambiando su agua durante varias veces, para terminar dejándolas en un cazo con un poco de sal y otro poco de agua. Después cuécelas con el vino blanco hasta que estén abiertas.

Calienta en una cazuela, preferiblemente de barro, un poco de aceite y rehoga el ajo, la cebolla y el perejil bien picado. Añade una cucharada de harina y remueve rápido con la ayuda de una cuchara de madera.

Agrega las alcachofas junto con las almejas y cubre todo con el caldo que han soltado ambas. Da un punto de hervor y comprueba el punto de sal. Sirve bien calientes.