Minerales para cuidar tu piel

Un baño a base de sales es una opción perfecta sobre todo para aquellas noches en las que nos cuesta conciliar el sueño ya que las sales de baño además de nutrir y tonificar nuestra piel, nos ayudan a relajarnos. Minerales para cuidar tu piel

Las sales de baño

Todas las sales de baño nos aportan sustancias y minerales que revitalizan y mejoran nuestra piel, además de propiciar la relajación, serenar nuestra mente, prepararnos para disfrutar de un sueño reparador y equilibrar nuestras emociones. Son perfectos especialmente si hemos practicado cualquier tipo de ejercicio a última hora del día.

Un ritual para el baño

Para poder disfrutar lo máximo posible de todas las propiedades beneficiosas que tienen las sales debemos buscar un momento en que estemos bien tranquilas y que nos podamos dedicar exclusivamente a nosotras, sin los típicos ajetreos ni preocupaciones de la vida diaria.

Podemos colocarnos unas flores en el baño, encender unas velas, colocarnos unas toallas en el cuello que sean bien mullidas, poner una música suave y relajante y prepararnos una tisana que sea relajante, tipo hierbaluisa por ejemplo  para  empezar a disfrutar de este relajante baño. El agua tiene que estar a una temperatura máxima de 37 grados centígrados para poder relajar nuestro cuerpo y serenar nuestra mente. El calor además ayuda a potenciar el aroma que tienen las sales minerales, aroma que deberemos inhalar profundamente para poder beneficiarnos de las propiedades que tienen.

Para terminar nuestro particular tratamiento podemos darnos un masaje suave por todo nuestro cuerpo insistiendo especialmente en nuestros hombros así como en el plexo solar, que es una red de nervios que se encuentran en la zona lumbar.

Diferentes sales  para diferentes ocasiones

Las sales de baño que se han elaborado a base de pino, de menta o de lavanda son las que mejoran la salud de nuestra piel.

Por otra parte las sales de albahaca, de ciprés, de manzanilla, de romero, de eucalipto y de limón nos ayudarán a eliminar y a prevenir las infecciones, además de estimular nuestra circulación sanguínea y despejarnos la mente.

Las sales que contienen minerales como el yodo, el potasio, el hierro, el azufre o el sulfato de cobre, están recomendadas especialmente para tratar diferentes dolencias como la artritis,  el reumatismo, la ciática o el insomnio entre otros muchos trastornos.

Las sales del Mar Muerto

El mar Muerto se trata de una extensión de agua salada que se encuentra a más de 415 metros por debajo del nivel del  mar, siendo por consiguiente el punto más bajo de todo el  planeta. A través de los miles de años en dicho mar se han depositado diferentes minerales que tienen propiedades curativas.

El hidrógeno y el azufre que se encuentran en sus aguas son esenciales para mejorar la piel. El bromo por su parte actúa como un calmante ideal y un relajante excepcional de nuestro sistema nervioso. El calcio fortalece los huesos y ayuda a la cicatrización de las heridas y el  yodo tiene un enorme poder antiinflamatorio.

Estas sales se pueden conseguir en bolsitas cuyo contenido se disuelve en agua caliente a la que se añade agua fría después, para proceder a disfrutar de un baño durante no más de veinte minutos.