En ocasiones existen obstáculos en nuestra vida que nos impiden avanzar correctamente y que no se encuentran fuera de nosotras sino dentro. Para lograr la felicidad el secreto está en lograr que nuestro cerebro trabaje a favor de nosotras mismas. Descubre cómo hacerlo. 
Pensar en positivo para sentirnos mejor
Si al enfrentarnos a una situación complicada dejamos que nuestros pensamientos negativos se hagan dueños de nuestra cabeza, es seguro que más tarde o más temprano se convertirán en emociones perjudiciales que nos llevarán a sufrir. En ningún caso se trata de que distorsionemos la realidad sino de que adoptemos una actitud favorable. La gente que se habla a sí misma con confianza y optimismo se sienten mucho mejor.
Hacer una limpieza mental
Si lo que está dando vueltas por nuestra cabeza es demasiado exagerado no nos ayudará a resolver nuestros problemas además de hacernos sentir mal, por lo que debemos borrarlo de nuestra mente. Cuando un pensamiento no resulta útil, es que sobra y está ocupando por tanto un espacio muy valioso dentro de nuestro cerebro a la vez que malgasta nuestra energía.
No echar más leña en el fuego
Deben evitarse los pensamientos derrotistas como por ejemplo “no voy a aprender nunca” o “estoy en un callejón sin salida” y olvidarse de los descalificativos dramáticos como pésimo, horrible u horroroso y sustituirlos por otros más alegres para intentar ser felices.
Pasar a la acción
Cuando nos sintamos tristes, furiosas o decepcionadas debemos intentar detectar cual ha sido el pensamiento que ha originado este sentimiento e intentar hacer que nuestra cabeza trabaje a nuestro favor para ir adquiriendo poco a poco la costumbre de no molestarnos en el momento en que las cosas nos vayan mal.
Buscar la calma interior
En definitiva de lo que se trata es de generar pensamientos positivos y constructivos que nos produzcan sosiego y que nos refuercen la confianza en nosotras mismas.
La felicidad se encuentra dentro de ti
Aunque las personas no nacemos con un manual de instrucciones debajo del brazo lo que está claro es que contamos con todo lo necesario para ser felices. Para conseguirlo debemos vivir el presente ya que se ha demostrado que todas aquellas que se encuentran más satisfechas y plenas son las que lo consiguen con mayor facilidad. Cuanto más dudosa sea la situación en la que nos encontremos, los esfuerzos deben ser mayores para mantener la mente concentrada en el ahora.
Es muy importante valorar lo que somos y no lo que tenemos. Supeditar la felicidad a una serie de factores externos como el dinero o los bienes materiales es poner nuestra vida en manos de las circunstancias que la rodean. Debemos intentar construir nuestra felicidad en todo aquello que podemos llegar a ser o en lo que somos en la actualidad y todo ellos con una buena actitud y buena voluntad, en vez de en lo que deseamos poseer o en lo que tenemos.
