Con la humedad y los cambios de temperatura típicos del invierno, aparecen enfermedades muy comunes tipo catarros o gripes, pero esta estación también implica que aparezcan otra serie de padecimientos dolorosos y molestos como son los sabañones.
¿Qué son los sabañones?
Son alteraciones en la piel que se producen por el frío. Aparecen pequeñas hinchazones de color rojo generalmente en los dedos de los pies y de las manos aunque pueden surgir igualmente en otras zonas como la nariz, las orejas o las mejillas. Este tipo de lesiones provocan dolor, inflamación, picor intenso y una sensación de quemazón en la zona o de calor.
Normalmente se piensa que los sabañones se provocan especialmente por las bajas temperaturas pero es necesario aclara que aunque este tipo de factores puede acelerar su aparición o agudizarla, existen otro tipo de causas.
El origen real de este tipo de dolencia es una alteración de la circulación a causa de problemas genéticos e incluso hormonales. Respecto a la primera causa se sabe que las personas que sufren de sabañones son mucho más sensibles al frío por lo que un descenso de la temperatura estimula de una manera exagerada sus terminaciones nerviosas, llegando a comprimir arterias y venas y por consiguiente impidiendo que la sangre fluya adecuadamente.
Por otra parte los factores hormonales pueden influir también en la aparición de los sabañones ya que se ha comprobado que generalmente son las mujeres quienes más lo sufren así como los jóvenes, disminuyendo entre las personas que se encuentran en su etapa madura.
¿Cómo se detectan?
Al principio la zona que se encuentra afectada palidece para posteriormente enrojecer junto con sensación de frío. Más tarde los sabañones causan dolor y picor y la zona afectada se vuelve de color violáceo. En casos más graves pueden originarse ampollas e incluso heridas que pueden llegar a infectarse por lo que es urgente acudir a un especialista.
Su aparición no sucede de una manera inmediata ya que surgen después de 24 o de 36 horas de haber estado expuestos a la humedad y a las bajas temperaturas, aunque no sólo depende de estos dos últimos factores ya que un calzado y una vestimenta inadecuada también pueden provocarlos, por lo que se recomienda utilizar pantalones en lugar de faldas y zapatos de cuero en vez de sintéticos ya que éstos favorecen la humedad.
Prevenir lo sabañones
Lo mejor que se puede hacer es evitar las exposiciones al frío en la medida de lo posible e intentar mantener caliente nuestro cuerpo sobre todo los pies y las manos.
Una buena solución sería ducharse con agua caliente y aplicarse después una capa de crema hidratante sobre todo en las zonas más propensas a sufrir de sabañones como son los pies, los codos, las rodillas, la cabeza y las diferentes zonas distales. Otra excelente opción es realizar con regularidad ejercicio físico.
Aunque los sabañones no necesitan ningún tratamiento específico hay que tener la debida precaución de no rascarse en la zona para evitar agravar más esta situación.