Sufro de chantaje emocional?

Las relaciones que empiezan a entrar en una especie de manipulación y no son controladas, pueden llevar a una especie de reducción de la persona afectada, de anulación de autoestima y de complacencia extrema hacia la felicidad de una sola persona, que evidentemente no es ella. Sufro de chantaje emocional? Relaciones hay de todo tipo, hombres con distintas personalidades y mujeres que antes eran sumisas pero de un momento a otro se transformaron, amores que duran mucho y otras que no lo hacen tanto. Pero lo que no se sabe es bajo qué condiciones se llevan a cabo estas relaciones y en diversos casos, sobre todo para las mujeres, puede haber situaciones de chantajes emocionales. El miedo de la mayoría de las personas que caen en esto, es no saber cómo abordar lo que se vive, lo que se sufre, como superar los miedos. 

Para poder identificar a una persona que quiere manipular a la otra persona se tienen sencillos comportamientos, por ejemplo, uno de los más frecuentes es una continua amenaza por terminar la relación, por decirle a la otra persona que si no se actúa, se hace o se dice lo que se quiere, sencillamente dice adiós. Otra de las señales que identifica a una pareja que vive chantaje emocional, es que solo uno quiera evidenciar los sentimientos, que solo se tenga en cuenta lo que quiere, siente, piensa o vive uno de los dos, pero el otro queda relegado o reducido porque simplemente no importa y tampoco se esfuerza mucho por darse su lugar. Es una especie de egocentrismo en el cual solo importa una persona y el otro debe ser su “sirviente”, incluso puede haber una especie de advertencia en la cual hay frases como “tú tienes que hacer determinada cosa, para que yo esté bien y la relación funcione”. Evidentemente el otro tratara de hacer todo lo posible porque su pareja se sienta feliz, así no le guste o vaya contra sus principios y todo bajo la excusa de un amor. 

Otra actitud manipuladora es culpar al otro de envidioso, de egoísta, de preocuparse solo por sí mismo y crear una especie de sentimiento culpable para que el otro cambie, se sacrifique y haya incluso cambios no tan positivos solo por hacer feliz a otra persona. Para quienes tienen niños es aun más complejo, porque los hijos pueden servir como una especie de arma para manipular y chantajear al otro. S

egún sicólogos, la personalidad de hombres o mujeres que se comportan de este tipo, tienen influencias en su familia y se da en dos grandes casos: el primero es porque los padres vivieron una situación semejante y enseñaron a los hijos a adoptar comportamientos manipuladores porque nunca hubo una consecuencia grave; y dos porque desde pequeño de dieron todo, lo complacieron en lo que deseó y no hubo una correcta educación, simplemente una permisividad constante.  Pueden ser tan graves los casos de chantaje a los demás, que se habla hasta de suicidio o daño a sí mismo.