Ampudia es un pequeño pueblo de la provincia de Palencia, situado en la Tierra de Campos. La belleza de sus calles y casas, junto con su legado histórico y artístico, le ha hecho merecedor de ser declarado Conjunto Histórico Artístico. Ello, junto con su hermoso entorno natural, su buena gastronomía y sus alegres fiestas, que tienen lugar en septiembre, la convierten en un buen lugar para disfrutar de una estancia tranquila descubriendo, al mismo tiempo, lugares interesantes.
Para una estancia en esta bonita población, una buena elección al buscar un alojamiento es hacerlo en la Posada Real La Casa del Abad de Ampudia, que se sitúa en pleno centro histórico de la localidad.
El hotel se encuentra en una antigua casa señorial, la del Abad de Ampudia, construida en el siglo XV, y que pasó luego a ser propiedad de la familia del actual dueño del establecimiento.
El edificio ha sido rehabilitado con un cuidadoso esmero y no ha perdido nada del atractivo de su época. Con sus imponentes muros de piedra, su elegante y rústica decoración, sus antiguos muebles y sus muchos rincones donde no falta el más pequeño detalle, en el establecimiento se respira historia y nos permite imaginar su vida en él siglos atrás sin ninguna dificultad.
Las una antigua casa señorial, cada una diferente y con nombre, que se corresponde con el uso que se daba a la estancia antiguamente. En ellas no se ha escatimado nada el espacio. Son confortables y muy adecuadas para el descanso. Disponen todas de baño completo, minibar, televisión satélite, aire acondicionado y calefacción. Tienen una agradable zona de lectura, así como una mesa de trabajo con teléfono y ADSL.
El hotel dispone de salones y galerías, como zonas comunes, donde tampoco se ha ahorrado en espacio. Todas son amplias, con una bella decoración, con mesas y cómodas butacas donde pasar un agradable rato.
En el exterior, la Posada tiene hermosas zonas ajardinadas, con rincones con mesas y sillas, así como de una preciosa piscina. Encontraremos también allí cancha de tenis, cancha de padel y bicicletas de montaña a nuestra disposición.
Las instalaciones no acaban aquí, puesto que el establecimiento cuenta también con una piscina interior climatizada y un gimnasio.
Como solía ser habitual en otras épocas en este tipo de edificaciones, hay una bonita capilla, que era usada por el citado Abad de Ampudia para sus ceremonias religiosas.
El restaurante de la Posada recibe el nombre de “El Arambol”. Es una estancia bellísima, con una construcción propia de la época en la que se mezclan elementos decorativos de los más modernos, formando un espectacular conjunto. Es el lugar donde antiguamente se ubicaban el lagar y las bodegas. Su cocina se basa en una combinación de platos tradicionales de la cocina castellana con platos de autor, elaborados con productos propios de la tierra.