Cuando tengamos que planear una escapada de fin de semana o incluso unas vacaciones, una de las posibilidades que deberíamos contemplar es la de escoger como destino la hermosa ciudad de Cuenca. Se trata de una ciudad con un importante patrimonio arquitectónico, habiendo sido declarado su casco antiguo Patrimonio de la Humanidad. En ella podremos ver su Catedral, su Palacio Episcopal y un gran número de obras que no podríamos enumerar aquí.
Desde Cuenca una buena opción es conocer su provincia, ya que guarda parajes de una gran belleza. Aquí aconsejaremos hoy visitar la pequeña población de Buendía, a media hora de la capital, un pequeño pueblo que no llega a los 500 habitantes, y en el cual podremos contemplar un espacio único y emblemático, un espacio que no podremos contemplar en ningún otro lugar y que desprende magia por todos lados.
Se trata de la llamada Ruta de las Caras, un parque escultórico en las afueras de Buendía. Es un paraje boscoso lleno de enormes rocas, en el cual un grupo de artistas ha realizado, aprovechando el relieve de las rocas, esculturas y bajorrelieves, la mayoría de ellas caras.
Las esculturas son impresionantes, alcanzando muchas de ellas los 8 metros de altura. La extensión del parque es de 2 kilómetros, y durante el recorrido del mismo es muy posible que, paseando por entre estas enigmáticas caras, lleguemos a sentirnos sobrecogidos. Y es normal, ya que el conjunto desprende misticismo, así como una atmósfera que podríamos calificar de religiosa o de espiritual, la cual es prácticamente imposible que no percibamos.
Los artistas han sabido dar a las caras una expresión que sin saber el motivo nos impresiona, dándonos además una gran sensación de soledad.