Vitaminas, frescor y mucho sabor

La naturaleza tan sabia como es, parece saber que durante los meses de mas calor el organismo necesita ciertos tipos de alimentos y ofrece algunos muy jugosos que nos ayudan a mantenernos mucho más vitales en esta época. Vitaminas, frescor y mucho sabor

Las deliciosas claudias

Este tipo de ciruelas tardías se cosechan durante el verano cuyo nombre se lo deben  a la reina de Francia del siglo XV conocida como Claudia y que cautivaron por su sabroso dulzor. Hoy en día están consideradas por excelencia como las ciruelas de mesa y son reconocidas muy fácilmente por su piel de color verdoso que se dora en el momento de su maduración y que aparece cubierta por una capa que las protege de los calores estivales, consiguiendo mantener con ella el agua de su interior convirtiéndolas en especialmente jugosas. Son realmente diuréticas por su alto contenido en potasio y su poco sodio, pero principalmente son unas excelentes laxantes por su gran cantidad de fibra y por la presencia de sorbitol, convirtiéndose en muy depurativas además de aportar mucha cantidad de vitamina B1, D y vitamina E.

La fresca sandía

La jugosa pulpa de esta fruta resulta muy refrescante y apetecible sobre todo en verano que es su época natural. Su alto contenido en agua, casi un 96%, consigue apagar la sed de los meses más calurosos además de aportar una gran cantidad de vitaminas y de minerales, lo que hace que actúe sobre el organismo como una bebida isotónica y revitalizante ayudando a reponer al cuerpo y a recuperar los líquidos perdidos durante el verano. Su dulce sabor es debido a su contenido en azúcares y con sólo 300 gramos de esta fruta, unas dos rodajas aproximadamente, tan sólo se proporcionan 96 calorías pero se cubren prácticamente todas las necesidades de vitamina C que el cuerpo necesita.

La lechuga trocadero y su poder remineralizante

Las hojas carnosas y tiernas de la lechuga trocadero o lechuga francesa como también se la conoce, proporcionan unas ensaladas muy sabrosas con un sabor ligeramente dulce que resulta especialmente agradable a cualquier paladar. Sus propiedades son semejantes a las de otros tipos de lechugas contando con la ventaja que con ellas se pueden aprovechar casi todas sus hojas. Este tipo de lechuga cuenta con pequeñas cantidades de minerales como el potasio, el hierro, el calcio o el manganeso así como vitaminas del tipo A, C y ácido fólico que cubren hasta en un 15% las necesidades diarias de nuestro cuerpo. Sienta bien acompañada con frutas como la naranja o la manzana o incluso con quesos y al contar con hojas blandas requiere de aliños bastante ligeros que deben añadirse antes de ser consumidas para que no pierda su tersura. Sus tallos desprenden un jugo lechoso que le otorgan un efecto relajante.

Pepino depurativo y ligero

Este ingrediente irrescindible en el gazpacho andaluz es muy rico en agua lo que le hace muy refrescante y ligero proporcionando al organismo un 18% del ácido fólico necesario al día, un 13% de vitamina C y un 10% de vitamina B5 y de magnesio. Además está considerado como un gran diurético y depurativo resultando delicioso cuando se combina con quesos frescos.