Se trata de un plato típicamente mediterráneo, con un gran sabor debido al contraste de la sepia con las albóndigas. Es una receta muy popular en la comunidad catalana. Ingredientes para 4 personas: 300 grs. de carne picada, 3 sepias grandes, ½ vaso de vino blanco, un par de puñados de guisantes, 1 cebolla, 4 dientes de ajo, 3 tomates, perejil, pan rallado, 1 huevo, 3 hojas de laurel, harina, aceite de oliva y sal.
Lo primero que haremos serán las albóndigas. Para ello pondremos la carne picada en un recipiente, añadiendo el huevo, 2 de los dientes de ajo bien picados, perejil picado, un poco de pan rallado (el necesario para ligar la mezcla) y sal. Mezclaremos bien y formaremos las albóndigas, pasándolas por harina y friéndolas en una sartén con el aceite bien caliente. Las freiremos poco, justo para que tomen color por todos lados, y las reservaremos.
Pondremos seguidamente una cazuela de barro en el fuego, con aceite de oliva, y echaremos en ella la sepia, que habremos antes lavado, troceado y salado. La sofreímos y, cuando empiece a tomar color, le añadimos la cebolla picada. Mezclamos y dejamos que se sofría. Antes de que la cebolla coja color añadimos los otros 2 dientes de ajo, picados, y los tomates rallados, junto con el laurel.
Dejamos que se sofría todo junto y, cuando vemos que el sofrito está consistente, echamos el vino y dejamos que se evapore, con el fuego suave.
Seguidamente echaremos en la cazuela 2 ó 3 vasos de agua y, cuando hierva, echaremos las albóndigas y un poco de sal. Las dejaremos cocer, dándoles la vuelta de vez en cuando, con el fuego suave. A los 10 minutos añadiremos los guisantes y dejaremos cocer durante 10 ó 15 minutos más. Antes de apagar probaremos la sal, rectificando si lo creemos oportuno.
Durante la cocción vigila la evaporación del agua, echando más si ves que se queda sin líquido.