Cómo prevenir el cáncer de pecho

Es muy probable que conozcas a alguien cercano que haya padecido o que padezca cáncer de mama o que incluso lo hayas tenido que sufrir en tus propias carnes. Esta enfermedad cada vez más controlada gracias a la prevención, a los avances médicos y a la conciencia superior que cada vez tenemos más las mujeres, se puede llegar a prevenir y a controlar cada día más. Cómo prevenir el cáncer de pecho

No peses más de lo que mides

De entre todas los factores y situaciones que pueden llegar a favorecer este tipo de tumor, es necesario hacer hincapié en todos aquellos en los que nosotras mismas podemos incidir, ya que dependen en una gran medida de nuestros hábitos de vida.

La obesidad es una circunstancia que favorece la actividad de los estrógenos que si se encuentran por encima de lo considerado como normal, favorece el riesgo de sufrir un cáncer de mama. Ganar entre unos 15 kilos y unos 20 kilos en el período adulto, nos puede predisponer a padecer un cáncer de mama después de sufrir la menopausia.

Investigaciones llevadas a cabo también demuestran que un índice de la masa corporal que superior a 30, consigue elevar en un 31% las posibilidades de desarrollar este tipo de tumor.

Sin tener que entrar en distintas fórmulas para saber si nos sobra algo de peso y evitar el riesgo de sufrir un cáncer de mama, tan sólo será necesario tener en cuenta que nuestro altura no debe superar a nuestro peso, es decir, una mujer que mida 1,70 m de altura no debería pesar más de 70 kilogramos.

Perder la cintura

La manera en la que se reparten los kilos de más también es importante ya que igualmente es sabido que la obesidad acumulada en la zona del abdomen aumentan los estrógenos. La densidad del pecho también es un factor importante de riesgo, algo que está relacionado también con el riesgo de sufrir cáncer de mama.

Abuso de aparatos eléctricos

El tejido de las mamas es muy susceptibles a las radiaciones de tipo electromagnéticas ya que favorecen la producción de estrógenos endógenos, por lo que es importante evitar aparatos dentro de la habitación, sobre todo a la hora de dormir y mantener una cierta distancia entre ellos.

Alcohol y tabaco

El alcohol modifica los niveles de formación de estrógenos por lo que no se recomienda excederse más de una copa de vino, por ejemplo, al día.

Por otra parte el tabaco se encuentra directamente relacionado con el cáncer de mama ya que se ha comprobado que fumar más de once paquete de cigarrillos al año, empezar a hacerlo antes de los 20 años y fumar durante cinco años o más antes de haber tenido el primer embarazo, aumenta el riesgo de tumor hasta en un 29%.

Vivir con estrés

El estrés afecta de una manera directa al ciclo menstrual, concretamente a la fase lútea que dura desde el momento en que se acaba de ovular hasta que nos viene la regla, días durante los cuales se segregan además de estrógenos, progesterona. El estrés logra alterar la producción de ésta última lo que conlleva un exceso de estrógenos aumentando por tanto, el riesgo de padecer un cáncer mamario.