La receta que sigue es para elaborar una de estas cremas frías que tan bien van en verano, y que son muy prácticas, ya que puedes hacer para varios días y se conserva bien en el frigorífico. La de hoy es de zanahoria, y destaca por su textura cremosa. Ingredientes para 4 personas: 750 grs. de zanahoria, 1 cebolla, 4 dientes de ajo, 1 litro de caldo de pollo o de verduras, 250 grs. de nata líquida, 30 grs. de mantequilla y sal.
Pela las cebollas y córtalas en rodajas finas. Machaca los dientes de ajo con el mortero.
Pon al fuego una cacerola honda con la mantequilla y echa la cebolla y el ajo picado. Sofríe con el fuego suave.
Raspa las zanahorias, quitándoles los extremos, córtalas a trozos y échalas en la cacerola cuando veas que la cebolla está transparente, antes de que tome color. Deja rehogar todo, siempre con el fuego lento, durante unos minutos y seguidamente añade el caldo hirviendo. Deja cocer media hora a fuego muy suave, pero sin que se rompa el hervor.
Pasado este tiempo, aparta la sopa del fuego y deja que se enfríe. Pásala entonces por la batidora.
Bate la mitad de la nata hasta que veas que está consistente, y mézclala con la sopa. Sazona y remueve bien. Guárdala en la nevera, por lo menos durante una hora antes de servirla.
Sírvela fría, en una taza, y adórnala echando por encima una cucharada de la nata que te ha quedado.