Con la llegada de estas fiestas, además de las celebraciones religiosas que incluyen las famosas procesiones, nos vamos a encontrar con recetas típicas de esta temporada del año.
Y es que una vez acaban los carnavales comienza el período de Cuaresma en el que se celebra la vigilia, un deber de origen cristiano que obliga a no comer carne los viernes, algo que se ha convertido en una tradición culinaria deliciosa, ya que concretamente el Viernes Santo, el pescado, junto con las verduras, son los auténticos protagonistas de la mesa.
Receta de potaje de vigilia
Este potaje se prepara con garbanzos, espinacas y bacalao y preparado al horno resulta un plato de lo más exquisito.
Los ingredientes que se van a necesitar son:
- Medio kilo de garbanzos
- cuatro tacos de bacalao de aproximadamente 80 gramos cada uno
- una zanahoria
- una cebolleta
- un puerro
- cuatro dientes de ajo
- ciento cincuenta gramos de vainas
- agua y aceite de oliva
- sal, pimienta y una hoja de laurel
Preparación del potaje de vigilia
Comienza precalentando el horno a 180 grados centígrados. Mientras tanto parte la cebolla y la zanahoria por la mitad y colócalas en una olla rápida. Añade a continuación los ajos pelados, enteros y el puerro bien limpio. Las vainas se trocean y se añaden también. Después mete los garbanzos con una red especial para cocinar las legumbres e incorpórala a la olla. Cubre todos los ingredientes con agua, tapa y deja cocinar durante veinte minutos desde el momento en que comience a salir el vapor.
Transcurrido este tiempo retira de la olla la red con los garbanzos y ponlos en otra cazuela. Tritura todas las verduras con un poco de agua de la cocción y añádelas a dicha cazuela con el resto del caldo que haya sobrado de la olla. Sazona todo y deja que hierva durante cinco minutos.
En una fuente que sea apta para el horno se echa un chorro de aceite, preferiblemente que sea de oliva virgen extra y se salpimienta el bacalao para colocarlo sobre dicha fuente. Se añade la hoja de laurel y se hornea durante diez minutos aproximadamente a 180 grados centígrados.
Se sirven los garbanzos en un plato hondo y por encima se coloca el bacalao en tacos o desmigado, esto último algo que se recomienda en caso de que este plato le vayan a ingerir niños pequeños. Se puede regar opcionalmente con un poco de aceite de perejil y decorarlo con unas flores de cilantro. Se sirve inmediatamente.
Son muchas las variantes existentes para preparar el típico potaje de bacalao, pudiéndose realizar simplemente en una cazuela dejando que cuezan todos los ingredientes; añadiendo unas judías blancas junto con los garbanzos; acompañándolo de huevo cocido; etc. pero en cualquier caso este es uno de los platos más populares consumidos durante esta época del año, y que suele gustar tanto a niños como mayores, además de resultar muy económico, puesto que los ingredientes utilizados se pueden encontrar en el mercado por muy poco precio.
