Gana en salud perdiendo peso. Parte II

Descubre los múltiples beneficios que tiene sobre el organismo el mantener un peso correcto. Desde la piel hasta los huesos, pasando por el cerebro, evita un exceso de peso y verás cómo tu salud también mejora. Gana en salud perdiendo peso. Parte II

Al sistema inmunológico

Un peso equilibrado ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer sobre todo los de colon, de próstata, endometrio, de útero y de mama casos en los que cada día está cobrando una mayor fuerza la idea de que un exceso de peso favorece su aparición. Y es que un exceso de grasas y proteínas en vez de otros nutrientes, favorece la aparición de algunos tumores.

A las vías urinarias

Manteniendo un peso correcto se reduce la incontinencia urinaria ya que la acumulación de tejido adiposo en la región abdominal, que es donde más se suele acumular la grasa, comprime la vejiga y hace más difícil la retención de la orina.

Además un exceso de comida hace que los riñones encuentren su capacidad para eliminar y filtrar residuos, algo que provoca que se formen los cálculos y otra serie de problemas que pueden acabar en una insuficiencia renal con consecuencias serias para toda la salud en general.

Al cerebro

Con un peso equilibrado se reduce el riesgo de padecer accidentes vasculares en el cerebro. El exceso de grasa provoca que se vaya acumulando ésta en las arterias cerebrales provocando que se estrechen los vasos sanguíneos y por tanto la llegada al cerebro de la sangre llegue con mayor dificultad. Si el diámetro de una arteria es demasiado pequeño puede tapar el vaso sanguíneo lo que provocará una lesión cerebral.

Un exceso de peso también origina una depresión, en la mayoría de los casos por una pérdida importante de autoestima.

A las articulaciones y los huesos

Si los tobillos, las rodillas y las caderas tienen que soportar más peso del que deben, se llega a producir un desgaste más grande de lo normal en las articulaciones lo que disminuye la movilidad. La artritis provoca una inflamación en los miembros inferiores que provoca dolor y dificultad para moverse además de atrofiar los músculos que son los encargados de mover el cuerpo.

A la piel

Con un peso equilibrado se reduce la aparición de estrías. La elastina de nuestra piel es la encargada de proporcionar la elasticidad que necesita ésta para dar cabida a un exceso de grasa, pero hasta un cierto límite. Si se supera dicho límite el tejido subcutáneo llega a romperse y provoca lo que se conoce como estrías.

Un exceso de grasa también provoca una sudoración excesiva y un aumento del vello ya que origina cambios dentro de las glándulas sebáceas y sudoríparas de la piel. Además el aumento de la sudoración junto con un sobrepeso lleva a que en las zonas donde existe roce se lleguen a formar forúnculos así como la aparición de infecciones por hongos en las zonas de pliegues cutáneos.