Hábitos para adelgazar fácilmente

En el momento de perder peso lo primordial es llevar un estilo de vida sano que incluya prácticas como pasear por la naturaleza o meditar, además por supuesto de realizar cinco comidas al día y de hacer ejercicio regularmente. Aunque también existen algunos hábitos que pueden ayudar a adelgazar según la propia ciencia. ¡Sigue leyendo!

Dormir bien

Aunque la duración del descanso nocturno va a depender de cada persona, lo recomendado son ocho horas por noche. Y es que dormir poco tiene efectos que afectar de manera indirecta al peso, como por ejemplo, sentirse muy cansada y por tanto, saltarse el gimnasio o tomar alimentos hipecalóricos para suplir esa falta de energía.

Pero no descansar lo necesario también provoca que el organismo segregue una serie de hormonas que ralentizan la síntesis de las proteínas, provocando que los músculos se degradan y por consiguiente, el consumo de calorías por parte del organismo, disminuye.

Bañarse con agua fría

Darse una ducha de agua fría, o incluso bañarse en hielo, es un ritual de belleza muy habitual para luchar contra la celulitis. La explicación científica se encuentra en que en el momento de descender la temperatura del cuerpo durante estos tratamientos, el organismo necesita mayor energía, y la consigue quemando los depósitos de grasa. Durante este proceso se reduce la celulitis y se facilita la pérdida de peso, además de activar el sistema nervioso y tonificar la piel.

Proteínas en el desayuno

La primera clave para mantener la línea, es desayunar, además de beber la cantidad adecuada de agua cada día. Se recomienda tomar un desayuno completo en el que se incluyan grasas saludables, hidratos de carbono y proteínas. Las últimas son muy importantes ya que te ayudarán a mantenerte saciada durante mayor cantidad de tiempo, evitando que picotees hasta que llegue la hora de la comida.

Y si esa fuente de proteínas es un huevo cocido o hervido, nunca frito, ese efecto saciante se va a potenciar. La explicación se encuentra en los bajos niveles de grelina que tiene el huevo, una hormona que se vincula de manera directa con el apetito.

Tomar grasas saludables

Hay que diferenciar entre los distintos grupos de grasas. Las más beneficiosas son las insaturadas, las poliinsaturadas como el omega 3 y las monoinsaturadas, como el aceite de oliva o las del aguacate. Los alimentos que se encuentran en estos grupos tienen que aportar un 10% como mínimo de calorías al día, mientras que las grasas saturadas de los lácteos o de las carnes, tienen que sumar menos de un 10%. Las grasas trans que se encuentran en la margarina por ejemplo, tiene que reducirse a menos de un 3%. Si se mantienen estos niveles resulta más fácil lograr una pérdida de peso que se logre mantener en el tiempo.

Cenar pronto

Según un estudio científico llevado a cabo, concentrar la dieta en un horario comprendido entre las 8 de la mañana y las 2 de la tarde, eleva el consumo de grasa por la noche, además de regular el metabolismo y el apetito. Aunque su efecto directo relacionado con la pérdida de peso aún no se ha demostrado, sus conclusiones son un argumento acertado para adelantar unas horas la cena.