Infertilidad. Todo lo que debes saber para prevenirla. (Parte III)

En las entregas anteriores, hablamos de varios factores que pueden afectar tu índice de fertilidad. Entre ellos el alcohol, el cigarrillo, las dietas insuficientes, el sexo seguro y el control de los ciclos menstruales.
Para completar una idea general de la fertilidad, en esta tercera entrega hablaremos de las cuestiones de tu historia clínica que pueden afectarte, y daremos datos arrojados sobre diversos estudios que vale la pena saber a la hora de buscar concebir un bebé. Infertilidad. Todo lo que debes saber para prevenirla. (Parte III) Tu índice de fertilidad. Para tener una noción de cuan fértil puedes ser a la hora de buscar un embarazo, hay ciertas cuestiones relativas a tu historia clínica que debes tener en cuenta:

  • Un aborto: Existe una pequeña posibildad de que un procedimiento de esa clase o un aborto espontaneo provoquen cicatrices en el utero que dificulten el desarrollo de un embrión.
  • Herpes y HPV: Algunos tipos poco frecuentes de HPV se relacionan con el cáncer de cuello de útero. Si no tratas a tiempo estas enfermedades, podrías sufrir complicaciones severas como un embarazo ectópico (fuera del útero) e infertilidad.
  • Píldora de emergencia: Muchos son los mitos y las dudas que giran en torno al uso y abuso de la píldora de emergencia. Sin embargo, la utilización de la pastilla del día después no se asocia con trastornos en la fertilidad.
  • La edad de tu primer ciclo menstrual: Cuan precoz o tardía haya sido tu primera menstruación tiene relación con el momento en que vayas a alcanzar la menopausia o  tu fertilidad total.
  • Drogas ilegales: El consumo de marihuana y cocaína puede afectar negativamente en la ovulación y el funcionamiento de las trompas de Falopio.

Si bien estas cuestiones mencionadas anteriormente no son consecuencias seguras, pues cada organismo es totalmente distinto de los otros, son temas que debemos tener en cuenta de antemano para una mejor prevención de la infertilidad. Ahora bien, habiendo dado este panorama general sobre la infertilidad, pasaremos a hablar de estadísticas generales relacionadas con el embarazo.

  • Según la Organización Mundial de la Salud, la mujer promedio de Argentina fue madre por primera vez a los 27 años.
  • Una eyaculación “normal” contiene 80 millones de espermatozoides. Si tiene menos de 40 millones es considerado de fertilidad “deficiente” y sigue en esta categoría incluso aunque su esperma tenga un solo espermatozoide capaz de procrear.
  • Las mujeres que tienen su primer bebé entre los 27 y 34 están en mejor estado de salud y tienen hijos más sanos que las madres que ingresan al club antes de la primera mitad de sus 20. Esto se debe a que los problemas de salud comienzan a disminuir a partir de los 22 años y alcanzan su nivel más bajo a los 34. Después de esa edad, vuelven a aumentar.
  • Cinco minutos es lo que tarda un espermatozoide en alcanzar la trompa de Falopio después de dejar el pene de un hombre, independientemente de en que posición sexual estuviera la pareja. Una vez ahí, el espermatozoide puede quedarse alojado por unos 5 días.
  • La competencia produce mejor calidad de esperma. Un estudio realizado demostró que cuando un hombre rivaliza con otro, sus espermatozoides son más móviles que cuando su instinto competitivo no está en funcionamiento.
  • Los estudios indican que durante épocas de guerra o conflictos socioeconómicos las futuras mamás suelen descartar naturalmente a los fetos masculinos, que por lo general, son más débiles que los femeninos.
  • De la misma manera, más varones son concebidos en otoño que en cualquiera de las otras estaciones del año. Este resultado lo arrojó un estudio realizado en Italia, y también indicó que es más probable concebir nenas en primavera. De nuevo, la fragilidad del “sexo fuerte”: la madre naturaleza favorece a los hombres haciéndolos nacer durante los meses cálidos, cuando las condiciones son mejores y los índices de supervivencia más altos.
  • Los hombres producen más cantidad de espermatozoides rápidos durante las últimas horas de la tarde. Los más lentos, y en cantidades módicas, suelen ser generados alrededor de las 7 de la mañana.