Infidelidad. ¿Quién es el culpable?

Cuando un hombre es infiel con su pareja, automáticamente la mujer se siente despreciada y engañada. Equivocadamente se suele poner la culpa en la otra mujer, pensando que es quien robó la pareja. En realidad ambas son víctimas, ya que el hombre es quien ha fallado e incumplido con sus promesas. A continuación algunos consejos para tener en claro como actuar y que pensar frente a este escenario. Infidelidad.  ¿Quién es el culpable? La situación

Algunos hombres en pareja buscan nuevos amores y aventuras a escondidas, a estas nuevas mujeres no las muestran al público, tapando su existencia con mentiras, como si quisieran tapar al sol con un solo dedo. 
Desde otra perspectiva, también hay mujeres que se conforman con ser la sombra de la persona que aman, viviendo a deshora y aprovechando huecos que deja la familia para poder ver a su hombre. 
Ser engañada no es cuestión de castigar sin piedad a la otra mujer bajo el pretexto de «me quitó mi pareja», ya que en muchas ocasiones estas mujeres no son más que otras víctimas.
Es necesario tener coraje y preguntarse a una misma. ¿Quitar? ¿Existe la propiedad sobre otra persona? ¿Por qué pelearse y luchar por un ser humano que no dudo en engañar su pareja? ¿Una merece a un hombre que la usa como repuesto?

Ambas mujeres sufren

Siempre hay cierto dolor o sufrimiento para la mujer oficial y la amante, no se debe caer en el error de que la otra mujer es la competencia, o hasta una enemiga. Es importante abrir los ojos y ver que el enemigo ha estado siempre con una misma, durmiendo en la misma cama y haciendo falsas promesas de amor. 
Es equivocado pensar que solo la amante es «la segunda», ya que también lo es la mujer oficial, porque a ninguna de las dos se la está valorando como se debería. Por un lado la mujer no oficial puede vivir bajo promesas falsas de amor y separación; mientras que por el otro lado la mujer oficial, a pesar de que su pareja la tenga bajo cierta «prioridad», igualmente está siendo traicionada y se está destruyendo la familia formada con años de esfuerzo. 

El problema es él no ella

Es importante quitarse la venda de los ojos, ya que no hay ladronas que roben la atención del hombre que una ama, ni brujas que los hechicen para recibir su amor; lo único que hay es un ser indeciso que no sabe que es lo quiere en su vida, y por ello, de forma colateral, daña corazones a diestra y siniestra. 
Cualquier mujer merece más que eso, es decir, un hombre que la respete tal cual es, que escuche sus pensamientos y valore sus decisiones. Un hombre que no la engañe, sino que entienda la mutua fidelidad como parte del amor y el respeto a la pareja. 
Sino, se sea amante, novia, o esposa con el trascurso del tiempo este tipo de situaciones solo dejarán frustración y dolor, además de la pérdida de tiempo.