Infusiones naturales para usar como tónico de rostro

Los tónicos para la piel del rostro son productos utilizados para cuidar la piel y que por su composición, ayudan a reafirmar e hidratar a la vez que se controlan la producción de grasa en exceso. Los activos penetran con facilidad por los poros y reducen su dilatación, por lo que son ideales para prevenir todo tipo de imperfecciones como por ejemplo los puntos negros. ¡Te van a encantar!

Infusión de manzanilla

Esta infusión es un tónico que cuenta con propiedades antiinflamatorias y astringentes que contribuyen a tener la piel más suave y sin imperfecciones. Está recomendada para aliviar las quemaduras y las irritaciones, además de servir para aclarar las manchas.

Para su preparación hay que añadir unas flores de manzanilla a un vaso de agua hirviendo y dejar que repose durante veinte minutos. Transcurrido ese tiempo se pasa por un colador y se lleva a la nevera.
Cuando esté bien fría, se sumerge un poco de algodón en la infusión y se frota sobre el escote, el cuello y la cara. Se deja absorber sin enjuagar y se repite su utilización a diario.

Infusión de rosas

Esta infusión es un producto astringente e hidratante que tonifica la piel a la vez que reduce la presencia de grasas y toxinas. Su uso de manera regular ayuda a mantener el equilibrio de las glándulas sebáceas disminuyendo la obstrucción de los poros.

Se pone a hervir un vaso de agua y al llegar a ebullición se agregan cuarenta gramos de pétalos de rosas. Se deja durante dos minutos la preparación a fuego lento y a continuación se retira. Se deja enfriar y se envasa en un frasco hermético. Para aplicarlo se debe rociar todo el rostro con la infusión de rosas y se deja absorber sin enjuagar. Se debe usar cada día como parte de la rutina de belleza.

Infusión de albahaca

La albahaca tiene propiedades antiinflamatorias y refrescantes que tonifican la piel y reducen la irritación. Su aplicación disminuye evita los puntos negros y el tamaño de los poros dilatados.
Se añaden veinte gramos de albahaca en un vaso de agua hirviendo y se deja reposar durante veinte minutos. Se filtra el resultado por un colador y se envasa para guardar en el frigorífico antes de su uso, que debe hacerse humedeciendo un trozo de algodón en este líquido para aplicarlo por toda la cara. Se debe dejar absorber sin enjuagarlo y repetir todas las noches su aplicación.

Infusión de lavanda

La lavanda puede aprovecharse como tónico antibacteriano y astringente ya que ayuda a disminuir el exceso de producción de grasa y a prevenir el acné. Sus compuestos antioxidantes ayudan a promover la regeneración de las células y a estimular la cicatrización de quemaduras o heridas superficiales.

En un vaso de agua se añaden dos cucharas de lavanda, se deja reposar y se guarda en un frasco que tenga tapa. Para su aplicación se debe rociar el tónico por toda la cara y dejar que se absorba sin enjuagarlo. Se debe usar cada día hasta dos veces.