La piel a través de los años

Muchas notas hemos escrito sobre los cuidados de la piel, desde tratamientos básicos a específicos, pero en esta ocasión vamos a dedicarnos a determinar qué es la piel, y como evoluciona con el paso del tiempo, para poder determinar consecuentemente cuales son los cuidados específicos para cada edad, desde los 20 hasta los 50 en adelante.
Esta nota es específica para todas aquellas que quieren saber cómo tratar su piel según su edad. La piel a través de los años Partiendo de la base, vamos a comenzar describiendo a grandes rasgos las distintas capas de la piel. Epidermis: Es la capa externa de la piel. Cuando la piel es joven, en esta capa se produce la renovación celular cada 28 días. Dermis: Capa interna (se encuentra debajo de la Dermis). Se denomina también “Colchón de la epidermis”, y es la que determina la apariencia externa y el estado de la piel. La Dermis contiene fibras de:

  • Colágeno: son los “resortes verticales” de la piel. La mantienen lisa y tersa.
  • Elastina: son los “resortes horizontales” de la piel, que se encargan de darle elasticidad y firmeza a los tejidos.

Hipodermis: Es otra capa interna de la piel, y se encuentra debajo de la Dermis. En ella hay vasos sanguíneos y glándulas que regulan la temperatura corporal. Contiene Tejidos adiposos.

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Ahora entonces, vamos a determinar los factores de envejecimiento de la piel. Nuestra piel se ve expuesta, a lo largo de nuestra vida, a factores externos e internos que influyen en el proceso de envejecimiento. Ahora entonces, vamos a determinar los factores de envejecimiento de la piel. Nuestra piel se ve expuesta, a lo largo de nuestra vida, a factores externos e internos que influyen en el proceso de envejecimiento. Factores Externos:

  • El sol: Es el causante del 90% de las arrugas, resecamiento de la piel y aparición de manchas.
  • La contaminación: Produce la obstrucción de los poros, aparicion de puntos negros, espinillas y barritos, lo que genera opacidad en el cutis.

Factores Internos:

  • Paso de los años: Es un proceso natural de envejecimiento.
  • Cambios Hormonales: Que se manifiestan con más fuerza a partir de los 40 años.
  • Estilo de Vida: Alimentación desbalanceada, estrés, tabaquismo, el alcohol y pocas horas de sueño.

La piel según la edad. A los 20 años.   La piel comienza a ser más frágil y a estar menos protegida de los factores externos como el sol y el medio ambiente. Esto ocasiona sequedad, opacidad y formación de líneas gestuales. ¿Qué hacer? Intentar mantener la piel lo más lozana posible. ¿Cómo? Protegiéndola con hidratantes adecuados al tipo de piel que contengan Factor de Protección Solar (FPS).

A los 30 años. Hasta 1 litro de agua diario es lo que se puede perder a esta edad. La piel se vuelve más frágil y vulnerable a los factores como el sol, los cambios bruscos de temperatura y el estrés. Las líneas gestuales se acentúan y pueden convertirse en las temibles arrugas. ¿Qué hacer? Corregir. ¿Cómo? Las claves son la rehidratación, con una fórmula que pueda recuperar el nivel de agua perdido, y la nutrición, que mejore la función de renovación de la piel logrando que las células nuevas suban a la superficie con mayor calidad y reemplacen a las células muertas.

A los 40 años. En esta edad se inician los cambios hormonales que aceleran el proceso de envejecimiento. Se inicia el desequilibrio de la Hormona de la Juventud DHEA, de efecto anti-radicales libres. Por ello, se incrementan y profundizan las líneas de expresión y arrugas, se pierde la elasticidad y la piel se vuelve flácida. ¿Qué hacer? Recuperar. ¿Cómo? Con fórmulas reconstituyentes en sueros, hidratantes, nutritivas y otros tratamientos que restablezcan las funciones vitales de la piel y contrarresten los efectos de los cambios hormonales.

A partir de los 50 años. La regeneración celular se reduce en casi un 50%. La piel se vuelve más fina y retiene menos agua. Hay una pérdida evidente de elasticidad y de las estructuras de soporte de la piel, lo que causa flacidez, arrugas profundas y tipo pliegues; se intensifican las manchas marrones en las manos y la cara. ¿Qué hacer? Renovar. ¿Cómo? Desacelerando el proceso de envejecimiento, a través de hidratantes y nutritivas antiedad especiales para esta etapa de la vida. Cremas que posean fórmulas intensivas que ayuden a renovar, reparar y fortalecer eficazmente la piel madura, que actúen donde realmente se desencadena este problema: los telómeros.