Menopausia y densidad ósea

Los cambios hormonales que acompañan a la menopausia traen consigo una serie de alteraciones tanto emocionales como físicas en el organismo de una mujer. Puesto que la producción de estrógenos ya no es la misma, se incrementan algunos síntomas y la probabilidad de padecer ciertos trastornos crónicos, teniendo un efecto directo en la salud de los huesos. Por ello vamos a dedicar un espacio para hablar de algunos alimentos que ayudan a fortalecer la masa ósea de manera muy significativa, especialmente cuando se comienza en edades tempranas.

La leche y sus derivados

Tanto la leche como sus derivados aportan cantidades importantes de calcio, mineral que es esencial tanto para la formación como el fortalecimiento de los huesos. Una baja ingesta se encuentra relacionada de manera directa con la reducción de la masa ósea y con el deterior prematura de los huesos.

Si no se sufre de intolerancia a la lactosa, se aconseja consumir estos alimentos como mínimo tres veces a la semana. Entre ello se incluye, además de la leche, por supuesto, el yogur natural, el queso y el kéfir.

Pescado azul

Tanto el aceite de hígado de bacalao como el pescado azul son fuentes muy saludables de vitamina D, nutriente esencial para la salud de los huesos, puesto que es fundamental en el proceso de absorción del calcio. Con este tipo de alimentos se disminuye la pérdida de la densidad en los mismos y se minimiza el efecto negativo que provocan los radicales libres.

Frutos secos

Para la salud de una mujer, los frutos secos son ideales tanto antes, como durante y después de la etapa de la menopausia. Y es que estos alimentos se encuentran cargados de ácidos grasos esenciales, así como de calcio, de vitamina D y de otros nutrientes muy importantes que ayudan a contrarrestar los efectos provocados por los descontroles hormonales.

Una ingesta regular de los mismo ayuda a reducir el riesgo de obesidad así como a mejorar la salud de los músculos y de los huesos. Por otra parte, minimiza la bajada de los niveles de estrógenos por lo que se consigue combatir las desmineralización de los huesos.

Legumbres

Este alimento tampoco puede faltar en la dieta de una mujer que va a comenzar pronto su etapa menopáusica, ya que son una gran fuente de calcio, de fósforo y de vitamina D, minerales los tres necesarios para el fortalecimiento de los huesos. Un consumo regular de legumbres contrarresta la pérdida de los minerales provocada por los descontroles de hormonas. Entre las más destacables están los frijoles, los garbanzos, las lentejas, los guisantes y las judías.

Vegetales de hojas verdes

Cualquier momento de la vida es bueno para consumir vegetales de hojas verde y en este caso en concreto resulta conveniente aumentar su ingesta ya que representa una cantidad significativa de calcio además de aportar fósforo, hierro y otros minerales que van disminuyendo al entrar en la menopausia.