Cómo prevenir, conocer y tratar las manchas de la piel

Aunque normalmente este tipo de patologías suelen ser benignas, es aconsejable vigilar las lesiones de la piel de una forma periódica, para prevenir algún tipo de trastorno más graves. Cómo prevenir, conocer y tratar las manchas de la piel

¿Por qué se producen las manchas en la piel?

Una de las partes de nuestro cuerpo que sufre y padece las inclemencias del paso de los años y del tiempo meteorológico, es sin duda la piel. Cuando nacemos tenemos nuestra piel generalmente inmaculada aunque es normal que debido a las radiaciones solares a las que nos vemos sometidos a lo largo de nuestra vida, puedan ir apareciendo manchas cutáneas.

El peso aproximado de la piel es de cinco kilos con una superficie de unos dos metros cuadrados, siendo el órgano de nuestro cuerpo de menor tamaño. Ésta ejerce sobre nosotros variadas funciones, siendo las más importantes las que están relacionadas con los agentes externos y con el mantenimiento de nuestra temperatura corporal.

La mayoría de las manchas que van apareciendo en nuestra piel a lo largo de la vida, están producidas por las células que tienen el pigmento conocido como melanina y que es el causante, en la mayoría de las ocasiones, de las lesiones de tipo pigmentario de nuestra piel.

Su origen puede ser diverso, aunque el más frecuente es un aumento en la pigmentación que puede venir causado por un problema de tipo hormonal, vascular, tóxico o incluso por algún cuerpo extraño.

Diferentes tipos de manchas en la piel

Las células conocidas como melanocitos producen la melanina gracias al estímulo de las radiaciones de tipo solar y que como un mecanismo de protección, causan muchas manchas en nuestra piel.

Las pecas o efélides, son unas pequeñas manchas con forma redonda y que están localizadas sobre todo en las zonas más expuestas a los agentes externos, como puede ser la cara, el cuello o los brazos y que suelen ser muy comunes entre las personas que tienen la piel muy clara. Suelen aparecer en la infancia y van aumentando de una manera proporcional dependiendo de la exposición al sol y también con la edad. No existe un tratamiento concreto para este tipo de manchas, pero sí que es fundamental intentar evitar cualquier exposición al sol o al menos utilizar filtros con máxima protección.

Los lentigos son unas lesiones hiperpigmentadas de color marrón y de pequeño tamaño que suelen aparecer durante la infancia y que van aumentando con la edad. Se diferencian de las pecas que no van aumentando su pigmentación con el sol y porque pueden aparecer tanto en la piel como en las mucosas. El tratamiento adecuado suele ser una dermoabrasión, un peeling o un tratamiento con rayo láser.

Los lunares o nevus melanocítico son unas lesiones con bordes definidos y redondeadas y de un color marrón oscuro que suelen estar causados por una proliferación de melanocitos que consiguen afectar a diferentes estructuras de nuestra piel. Este tipo de lesiones de la piel deben ser bien vigiladas y si varían tanto en su tamaño, como en su color o en su morfología, es imprescindible que sean vigiladas por el médico.