Se trata de una de la gran cantidad de variantes y maneras de cocinar el pollo, muy sabrosa ya que lo que prima en ella es el sabor del romero. Es una receta fácil y económica, que puedes acompañar de patatas fritas o verduras. 
Ingredientes para 4 personas: 1 pollo cortado a trozos (unos 3 trozos de cada cuarto), romero, laurel, 1 cebolla, 1 vaso de caldo de pollo, 2 vasos de vino blanco, pimentón picante, harina, aceite de oliva y sal.
Pon al fuego una cazuela de barro con aceite de oliva, y echa en ella los trozos de pollo, previamente salados, junto al laurel. Deja que el pollo tome color, removiéndolo de vez en cuando, y cuando lo veas dorado por todos lados añade la cebolla picada.
Remueve todo bien y, cuando veas que la cebolla está transparente, y antes de que tome color, echa media cucharadita de pimentón picante. El pimentón se quema enseguida, por lo que cuando lo eches no debes dejar de remover, añadiendo enseguida uno de los vasos de vino, junto con una cantidad abundante de romero.
Deja cocer todo con el fuego lento, y, al cabo de 10 minutos, añade el caldo. Tapa la cazuela y deja cocer 30 minutos más, siguiendo con el fuego suave.
Transcurridos los 30 minutos, añade el otro vaso de vino y deja durante 10 minutos más. Cuando hayan pasado, saca los trozos de pollo y ponlos en una fuente para servir.
Añade una cucharada de harina al contenido de la cazuela para conseguir que la salsa espese un poco más, removiendo enseguida.
Vierte la salsa sobre los trozos de pollo y sirve muy caliente.
