La sopa de pollo, que tanto nos gusta tomar en las noches de invierno, se puede hacer de incontables maneras, sacando o añadiendo ingredientes a nuestro antojo. La receta que sigue es una de las ligeras, de éstas que son muy adecuadas cuando uno está resfriado o en no muy buena forma. 
Ingredientes para 6 personas: ¼ de pollo, un par de huesos de ternera, 1 rama de apio, 2 zanahorias, 1 puerro, 1 cebolla, 1 patata grande, 100 grs. de garbanzos crudos, pasta de sopa y sal.
Deja los garbanzos en remojo el día anterior, con una pizca de bicarbonato.
Pon en una olla un par de litros de agua y echa dentro el pollo y los huesos de ternera.
Lava bien toda la verdura. Raspa las zanahorias y pela la patata y la cebolla.
Añade a la olla, cuando ya esté hirviendo, la rama de apio, las zanahoras, el puerro, la cebolla, la patata y los garbanzos, que habrás enjuagado antes con agua fría. Echa sal.
Deja cocer con el fuego suave durante cosa de una hora, probando la sal antes de que transcurra este tiempo, para rectificar si es necesario.
Aparta la olla y pon el caldo que quieras hacer en un cazo, colándolo. Cuando hiervas le echas la pasta de sopa, dejándola hervir el tiempo marcado en el paquete.
Sírvelo muy caliente.
Además de la pasta de sopa puedes añadir algún trocito de patata y algunos garbanzos, si quieres.
