Descubre la región flamenca y prueba en Bruselas el mejor chocolate del mundo, o conoce en Amberes la fábrica más antigua de cerveza o haz una ruta por Lovaina en bici. El caso es que aquí no tendrás ni un segundo para aburrirte.
Bruselas y su chocolate
El chocolate de Bélgica siempre ha presumido y con razón de ser el mejor de todo el mundo. Solamente con dar un paseo por los alrededores de la Gran Place en Bruselas, se caerá rendido ante esos escaparates irresistibles, algunas de cientos de años como Sabrá, Neuhaus o la galería de Saint Hubert, lugar éste último imprescindible para comprar chocolate rodeados de una arquitectura imponente.
Amberes y la cerveza
En la región de Flandes la cerveza es la reina de las bebidas . Tiene más de cuatrocientas cincuenta variedades y cada una de ellas con un recipiente específico para saborear cada tipo. La fábrica más antigua de cerveza conocida como De Koninck va a inaugurar un centro interactivo donde se podrá conocer el proceso de elaboración de las cervezas más famosas de todo el país.
Una ruta por Lovaina en bici
La ciudad universitaria de Lovaina es la ciudad por excelencia de la bicicleta, no en vano, es el transporte más utilizado por todos los estudiantes que allí residen. El centro de la ciudad se encuentra cerrado al tráfico y por la calle de Mechesestraat existen numerosas tiendas y cafés que en sus puertas tienes aparcadas innumerables bicicletas. Es muy sencillo alquilarlas en cualquier lugar de la ciudad y se pueden recorrer diversas rutas encargadas de conectar toda la ciudad con su entorno rural más cercano. Castillos como el de Arenberg o abadías como la del Parque, son algunas de las bellezas que pueden contemplarse realizando estas rutas.
Gante: sus campanarios y beaterios
Gante fue durante el siglo XVI la ciudad más grande de toda Europa y en la actualidad es una de las ciudades de la región flamenca más visitada gracias a sus edificios gremiales que se reflejan en sus aguas, a su fortaleza de los Condes, a su Catedral en la que se puede contemplar la Adoración del cordero místico o sus más de quince museos que ofrecen al turista la maravillosa cultura flamenca. También es muy popular por poder degustar unos maravillosos platos en cualquiera de los numerosos restaurantes que se encuentran en el famoso barrio de Patershol, por poder participar en su más que animada vida universitario o simplemente por dar un paseo e ir parando en cualquiera de sus cafeterías y bares a probar la exquisita cerveza del país. Así mismo no hay que dejar de contemplar algunos de sus más espectaculares campanarios como el de la catedral de San Bavón, el de Belfort o el de la Atalaya o la torre de la iglesia conocida como San Nicolás. Por supuesto dignos de admirar son sus tres beaterios conocidos como el de St. Elixabeth, el de Sint Amandsberg o el de Ter Hoye que esperan ser declarados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.