"Tomates verdes fritos": La lucha contra la intolerancia

Hoy se cumplen 21 años del estreno de una excelente película dirigida por Jon Avnet, quien se basó en una novela del mismo título, obra de Fannie Flagg. Se trata de El largometraje consiguió un gran éxito de taquilla y fue acreedor de una gran cantidad de premios, entre ellos el Óscar a la mejor actriz de reparto para Jessica Tandy, la cual consiguió también cono su papel el Premio BAFTA a la mejor actriz y el Globo de Oro a la mejor actriz secundaria. La cinta recibió asimismo el Óscar al mejor guión adaptado, el Globo de Oro a la mejor película de comedia y a la mejor actriz de comedia, premio este último que se llevó Kathy Bates.

La película cuenta la amistad que nace entre Evelyn, una ama de casa con ideas antiguas y una vida rutinaria, y Ninny, una anciana a la que conoce en un asilo, y que le va contando durante sus visitas la historia de dos mujeres, Idgie y Ruth, que vivieron en la década de los años 30 una vida llena de intolerancia y represión, contra las cuales tuvieron suficientes agallas para luchar.

Evelyn, a medida que vaya conociendo la historia que le cuenta Ninny, irá cambiando en su manera de ver la vida, e irá abriendo su mente, convirtiéndose en una mujer mucho más vital y descubriendo por fin qué es lo que quiere en la vida.

Por otro lado es de destacar la manera en que en la película se plantea la relación entre Idgie y Ruth, con mucha sutileza y una gran dosis de sensibilidad, que nos deja leer entre líneas que su amistad es mucho más que esto, sin que en ningún momento se plantee el tema, sólo a base de gestos y miradas.

La película toca también temas tan importantes como el racismo, el maltrato a la mujer o la muerte.

Protagonizada en los principales papeles por Kathy Bates, Jessica Tandy, Mary Stuart Masterson y Mary-Louise Parker, la película es todo un manifiesto contra la intolerancia y de la lucha de unas mujeres para terminar con ella. En el fondo, un verdadero canto a la libertad.