Llubí es una pequeña localidad situada en el interior de la isla de Mallorca. Es un lugar tranquilo, con una población que no llega a los 2000 habitantes y que se dedica mayoritariamente a la agricultura, que destaca por sus alcaparras, siendo notable también en la población la producción de licores. Es un buen lugar para alojarse quienes quieran visitar la isla y disfrutar de sus playas, a no más de 15 minutos, teniendo un punto de partida tranquilo y sin aglomeraciones, un lugar cómodo y confortable donde poder disfrutar del descanso y el silencio después de un día de playa o de rutas por la isla.
El Hotel Ca’n Pericó, situado junto a la iglesia de la población, es un lugar idóneo para ello. El edificio es una antigua casa típicamente mallorquina, que a mitad del siglo XX era una conocidísima tienda de embutidos artesanos, siendo sus propietarios los mismos que hoy la han convertido en un pequeño y agradable hotel familiar.
El establecimiento consta sólo de tres habitaciones, lo que garantiza todavía más nuestro descanso y tranquilidad, así como el trato cercano. Cada una de las habitaciones tiene un bonito nombre: Mel (miel), Taronja (naranja) i Llimona (limón). Están decoradas con un estilo rústico propio de la isla, y equipadas con todo lujo de detalles, con productos higiénicos de bienvenida, televisión por satélite, teléfono, caja fuerte y más.
Hay dos comedores de distinto ambiente, ambos decorados con un exquisito gusto, unidos entre sí por un atractivo patio mallorquín. El restaurante dispone de una cocina muy prestigiosa, con productos artesanales y frescos. Es de destacar la pasta, fresca y elaborada por ellos mismos, así como los deliciosos postres, también caseros. Y sus carnes, asadas a la brasa con leña. Los platos que encontraremos en su carta forman parte de la gastronomía tradicional mediterránea y mallorquina.
Los alrededores del hotel son ideales para la práctica del senderismo, pudiendo realizarse visitas de gran interés, como la que se puede hacer a la Ermita del Santo Cristo del Remedio.