El hecho de tener la orejas muy grandes o salidas que se evidencian mucho y pueden producir vergüenza es un motivo para optar por la otoplastia y así mejorar mucho factores emocionales y estéticos. 
Es sabido que las orejas grandes y salidas pueden representar un gran problema estético para cualquier persona pero sobre todo para las mujeres quienes siempre quieren lucir hermosas y menos que se evidencien en el rostro.
La forma más fácil de disimularlas es con el cabello, pero para quienes por su trabajo o deporte tienen que tenerlo recogido, es un gran inconveniente. También aplica para las que tienen el cabello corto o rapadas pues se ven muy extrañas.
Actualmente ha tomado impulso la cirugia estética llamada Otoplastia, que se encarga de modificar el tamaño, la forma y la posición de las orejas, sobre todo aquellas que son excesivas mentes grandes y muy separadas de la cabeza. Se puede hacer cambios en la piel sobrante y si el cartílago molesta, también se puede reparar para cambiarle ciertos detalles.
Esta cirugia se usa no solo para reducir tamaño son también para aumentar, así como para corregir la posición. Se puede aplicar desde os nueve años en adelante y siempre con acompañamiento de exámenes y seguimiento médico, por ejemplo, un análisis de cuadro hemático, en el cual se analiza la capacidad de coagulación y exámenes de para el control de niveles de azúcar para evitar infecciones o rapidez de cicatrización.
Obviamente como toda cirugía, hay ciertos riesgos, así que hay que cuidar ciertos detalles por ejemplo, verificar la profesión de quien hará el procedimiento y los permisos legales que tiene que tener, tener en cuenta todas las recomendaciones para la curación y necesariamente al pie de la letra, porque cualquier alteración puede generar malestares. Lo más común es el cuidado en el consumo de las comidas llenas de grasa y condimentos, no consumir alcohol y hacer una higiene continua con los elementos y sustancias permitidas. El lugar de cirugia debe ser certificado y debe hacer comprobaciones de los exámenes realizados para una mayor seguridad, incluso hasta el momento de la aplicación de anestesia, aunque para estos procedimientos es de baja peligrosidad y es simplemente local, con algún tipo de sedación.
La duración de la operación es aproximadamente entre 30 minutos y tres horas, pero depende de la complejidad de la cirugia y el paciente. Para la preparación de la cirugia hay que seguir algunas recomendaciones para facilitar todos los tramites, entre ellos, el usar en los días anteriores a la cirugia un jabón de glicerina para hacer limpieza de la cara y el cuerpo, pero sobre todo la zona a operar, evitar el consumo de cigarrillo y alcohol además de evitar medicamentos muy fuertes, como las aspirinas.
