Cómo cuidar nuestras encías para conseguir unos dientes sanos y fuertes. Parte I.

Las encías son la base de una dentadura y si algo falla en ellas, toda la salud bucal puede llegar a verse comprometida de una manera muy seria, por lo que es necesario prestar una atención especial, estando muy atentos a cualquier síntoma y manteniendo una perfecta higiene bucal. Cómo cuidar nuestras encías para conseguir unos dientes sanos y fuertes. Parte I. ¿Por qué llegan a enfermar las encías?

No sólo basta con cepillarnos los dientes a diario, ya que para asegurarnos una buena salud en nuestra boca es necesario prestar mucha atención al estado de las encías, que aunque su única misión es sujetar y proteger los dientes, si éstas no se encuentran en prefectas condiciones, se corre el riesgo de perder alguna pieza, por lo que hay que estar especialmente atentos a los factores que pudieran llegar a afectarlas. Si nos lavamos los dientes de una manera incorrecta o si no se hace con la suficiente regularidad, las bacterias que se acumulan en las cavidades orales se van desarrollando y se depositan en esta zona provocando una inflamación.

También puede llegar a provocarse esta inflamación por un uso indebido de los cepillos de dientes ya sea porque se realiza el cepillado en direcciones incorrectas o por hacer cepillados demasiado agresivos. La presencia de sarro, que es una capa bastante dura que se llega a crear en la superficie de las piezas dentales, que está formada por restos de bacterias y de comida o por minerales como el magnesio o el fosfato de calcio y que aunque por regla general se puede ver a simple vista, como cuando afecta simplemente al diente y es de color marrón, también puede presentarse en el interior de las encías llegando a destruir todo el tejido que sujeta al diente, por lo que resulta especialmente peligroso.

Trastornos hormonales provocados por la menopausia o por un embarazo o incluso una diabetes, puede aumentar el riesgo de que se sufran distintos problemas en las encías, así como el consumo del tabaco, que además de provoca r mal aliento, reduce parte del oxígeno y de la sangre que llega a las encías por lo que se reduce, consecuentemente, la capacidad para luchar contra las distintas bacterias.

Cómo son unas encías saludables

Para saber si nuestras encías se encuentran sanas podemos hacer una sencilla prueba que consiste en colocarse delante de un espejo y abrir la boca para fijarnos en el aspecto que muestran las encías. De esta manera tan simple y sencilla podremos saber si nuestra boca está tan saludable como debería de estar. Unas encías que presenten un aspecto excesivamente brillante y rojas puede significar que algo no funciona como debiera, aunque también hay que tener en cuenta que algunas personas pueden tener unas encías más oscuras, sobre todo aquellas que son muy morenas.

También podemos pasar un dedo por la superficie de las encías y si se notan duras y firmes, es señal de que se encuentran en unas perfectas condiciones. Si al contrario, están blandas o si al presionarlas dejan una huella más blanquecina, puede que estén inflamadas. Importante de igual manera es comprobar que las encías no se encuentran descamadas.