El ozono ya era conocido por ayudar a la cicatrización de heridas o la cura de úlceras de la piel.Pero actualmente está ganando terreno como técnica de antienvejecimiento.¿Será el ozono la salvación? 
En balnearios y termas se afirma que el vapor de ozono surte efecto cuando es aplicado sobre el cutis junto a una mascarilla exfoliante y un masaje hidratado. Sin embargo, sus beneficios demostrados no se circunscriben a la tersura de la piel sino a la cicatrización de heridas o la cura de herpes y úlceras de la piel. Y actualmente está siendo utilizado para inyectarlo en la sangre, para evitar el envejecimiento (o la oxidación) de la misma.
El poder oxidante del ozono es el que actúa como un agente capaz de inhibir bacterias, hongos y otros patógenos que se instalen en la dermis. Sin embargo, y a pesar de su ventaja en traumatología, se está popularizando la idea del ozono como cura a todos los males y, en la actualidad, es la técnica más demandada de la medicina biológica de antienvejecimiento con la intención de prevenir el exceso de oxidación de las células.
Atenuar las molestias causadas por los años no es lo mismo que recurrir a prácticas sustitutivas de la cirugía estética. Es decir, la ozonoterapia es un método biológico de recuperación y relajación utilizado en medicina deportiva y en combinación con otros tratamientos de spa, masajes, talasoterapia… Pero no es un recurso antiedad.
En conclusión, tras analizar esta información podríamos deducir que, con los avances de la ciencia, en unos años podría atenuarse el paso de los años con la aplicación de la ozonoterapia. Y aunque no se puedan restar años a la edad real de cada uno, si se podrá ayudar al cuerpo a no deteriorarse por el paso de los mismos.
