Con unos cuidados sencillos que se pueden realizar en casa y con visitar con cierta frecuencia la peluquería, es posible conseguir proteger al cabello de las diferentes agresiones externas a las que casi a diario se encuentra sometido. 
Un buen cepillado
De esta manera se estimulará la irrigación, se conseguirán deshacer los nudos, se repartirá los aceites del pelo y se eliminarán residuos. El lado negativo es que dicha fricción irá desgastando el tallo capilar. De cualquier manera un cepillo bueno es un enorme tesoro aunque hay que saber elegirlo. Se deben evitar aquellos que tengan cerdas de plástico ya que electrizan mucho.
Por otra parte los de cerdas suaves resultan perfectos para los cabellos delicados así como los de cerdas duras para los cabellos gruesos. Para desenredar se puede optar por un cepillo neumático, de los que cuentan con una base flexible de caucho y para peinar uno redondo o plano con una base rígida. Los cepillos térmicos son algo más agresivos pero cuentan con la ventaja de acelerar los peinados.
Cómo usar bien las fuentes de calor
Muchos son los cabellos dañados que son el producto de un mal uso del secador, de las tenacillas y de las planchas. Y es que el calor que desprenden estos aparatos evapora la hidratación de la fibra del cabello y abren las escamas de las cutículas haciendo que éste se encrespe y se seque. La solución es usarlos con moderación y a la temperatura mínima posible. No se debe acercar demasiado el secador al pelo y moverlo constantemente para que se recalienten algunas zonas. Las tenacillas y las planchas se deben usar como máximo una vez a la semana.
También ese recomendable usar un protector térmico para que se forme una película capaz de aguantar las temperaturas altas además de facilitar el peinado.
Tratamientos para el cabello
Una vez a la semana se recomienda reservar algunos minutos para completar la acción tanto del champú como del acondicionador con la ayuda de un tratamiento adecuado dependiendo de las características del cabello a tratar. El más conocido es la mascarilla, que logra aportar de una manera intensiva esos activos que normalmente le faltan al pelo como las proteínas regenerantes, las vitaminas estimulantes o los lípidos nutritivos entre otros. También existen mascarillas que eliminan lo que al cabello le sobra como por ejemplo las de arcilla que logran absorber la grasa.
Las monodosis ricas en aceites para los cabellos estropeados o secos y que son muy ricas en activos reparadores, son muy útiles así como las lociones y las ampollas especiales para los problemas del cuero cabelludo.
Si tienes prevista una visita a la peluquería aprovecha a que tu pelo lo mimen los profesionales, ya que además de contar con tratamientos de alta calidad realizados a base de calor o de masajes, en estos salones suelen contar con servicios que tienen un efecto más prolongado e intensivo que el que en casa se pueda conseguir.
Ver primera parte del artículo sobre como conseguir un pelo modelo.
