¿Cómo afecta el cambio de horario a nuestro organismo?

El nuevo horario invernal afecta no sólo a nuestro estado físico, sino también a nuestra psicología y ánimo.
Entérate de cómo combatir los efectos que la falta de luz provoca en nosotros. ¿Cómo afecta el cambio de horario a nuestro organismo? Lo más probable es que ya lo hayas notado: El invierno comienza definitivamente tras este cambio horario que adelantó nuestros relojes una hora.
Pero realmente, ¿hasta qué punto puede afectar a nuestro organismo?

El día, cuenta ahora con considerables menos horas de sol. La tarde, casi ya ni es palpable. Y, sin embargo, seguimos levantándonos casi sin amanecer.
Lo cierto es que esto desorienta tanto a nuestra vista como a nuestro sistema inmunológico, y esto, unido a que por lo general, el frío ya nos ha asolado por completo, provoca desde dolores de garganta, hasta resfriados o incluso gripe.
No debes descuidar por ello la ingesta de vitaminas fundamentales en tu dieta, y tampoco, si eres propicio a enfermarte y ya la has sufrido otros años, debes olvidarte de vacunarte contra la gripe, que este invierno amenaza con fuerza de nuevo.

Pero además de los síntomas propios de los virus que podemos contraer, este cambio de horario, ralentiza nuestro organismo, haciéndonos sentir más cansados, bajos de defensas, y con un ánimo algo más alicaído.
La luz afecta a nuestra psicología más de lo que puedas imaginar. Por ello los pueblos nórdicos son más fríos en carácter y en actitud. En sus regiones geográficas las horas de luz suelen escasear mucho más que en las nuestras.

Ese cambio de ritmo no es para beneficioso respecto al deporte.
Salir a la calle a partir de unas determinadas horas nos da mucha más pereza debido a que ya identificamos la tarde casi con la noche y os permitimos a nosotros mismos ser mucho más vagos.

Así que, unos cuantos consejos para levantar tu ánimo es salir a hacer footing, por ejemplo, con música en los auriculares, quedar con tus amigas para hacer una merienda-cena a las siete, cuando oscurezca, y de paso, ir de «shopping».
Ya sabes, tienes que mentalizarte de que el día no acaba a las cinco de la tarde aunque el sol se despida de nosotros.
Y sobre todo, no dejes que este cambio afecte a tus horas de sueño, aunque durante los primeros días es normal estar un poco desorientado un insomnio más severo puede ser peligroso, y revisa tu dieta, ahora más que nunca necesitas energía.