¿Cómo alejar de nuestras vidas el fantasma de la secretaria?

Nuestros esposos la necesitan y nosotros la odiamos ¿Cómo alejar de nuestras vidas el fantasma de la secretaria?

Cuantas veces no hemos escuchado a una amiga decir – ¡Estoy segura que mi esposo me engaña con la secretaria! – en ese momento solemos dar consuelo a nuestra angustiada amiga diciendo cosas como – ¡No digas eso, tu sabes que él te ama! – o – ¡ Con esa fea ! … ¡No amiga, ni lo pienses, tú eres mucho más hermosa que ella, él nunca te cambiaría por ella!

Conversaciones como estas quedan olvidadas por mucho tiempo hasta que nuestro propio esposo es ascendido y como premio por el ascenso le es asignada una secretaria y al pasar el tiempo nos vemos en las suelas de aquella amiga y nos descubrimos pensando ¡Estoy segura que mi marido me engaña con la secretaria!

Con los días vamos descubriendo que nuestro esposo no puede prescindir ni un solo día de ellas sin volverse loco, ella le organiza su vida dentro y fuera de la oficina sin pedirle nada a cambio, se pasan juntos 8, 10…12 horas y se piensan todo el tiempo hasta su nuevo encuentro, al menos una llamada en la noche para discutir pendientes, salen de viaje juntos a lugares donde siempre hemos soñado ir con ellos y duermen en habitaciones una continua a la otra en un lujoso hotel, le recuerda siempre cada fecha importante y hasta nos compra un regalo de aniversario.

En el plano personal poco a poco también se va volviendo imprescindible, nuestros hijos la adoran porque cuando estuvieron en la oficina ella jugo con ellos todo el tiempo y les compro chocolates, es la heroína de casa porque en aquella ocasión en que estuve enferma salvo la casa del desastre, recogió los niños de la escuela, los baño, cocino para todos y espero hasta que cansado padre llegara de su junta.

Ella fuera perfecta y hasta nuestra amiga si no fuera es bella, sexy y soltera.

Por mucho que confiemos en nuestros esposos es imposible no sentir celos y ya no hablemos solo del miedo a que nazca una relación sentimental o sexual entre ellos, los celos también se presentan porque tenemos una intrusa compartiendo tiempo con nuestros esposos y nuestra familia.

El mito de las relaciones surgidas entre la secretaria y el jefe es muy antiguo (como también lo es el del médico y la enfermera o el de los protagonistas de las películas y novelas) pero debemos estar claras que no siempre tiene que ser así, que aunque exista la probabilidad, la infidelidad no está marcada por situaciones externas sino por problemas internos de la pareja, siempre que tu relación este sólida y ambos miembros estén satisfecho con la vida que el otro le ofrece, no habrá margen para que nadie, ni la secretaria más perfecta, se interponga en ella.

Dejemos de preocuparnos y actuemos, en vez de preocuparnos pensando en las cualidades o hermosura de la secretaria e inventarnos una y mil tretas para cogerlos infraganti y descubrir la infidelidad debemos consolidar nuestra relación y poner fronteras a nuestra vida privada donde la secretaria tenga prohibido el paso.

Algunos consejitos para derrotar a la odiada secretaria:

  • Convencernos nosotras mismas que la secretaria no representa una amenaza para nuestros matrimonios, confianza en nosotras y en nuestra pareja será la clave del éxito.
  • No interrogues a tu esposo todo el tiempo de lo que hizo todo el día en la oficina, él puede percibir el porqué de tus preguntas y esto no sería bueno para la relación.
  • No hables de la secretaria ni para bien ni para mal, esto puede ponerlo alerta e incluso hacer que repare en cosas que pasaban desapercibidas para él.
  • Deja bien claro a tu esposo el horario de oficina y el horario que debe dedicar a la familia, hazle ver que no hay motivos para permanecer hasta altas horas en la oficina, que como mismo la empresa lo necesita, su familia también.
  • En caso que si tenga mucho trabajo acumulado proponle llevarlo a casa, tú también eres además de su esposa y la madre de sus hijos una mujer inteligente y preparada, tú puedes ser su secretaria en casa y ayudarlo a terminar todo a tiempo.
  • No trates de ser amiga de la secretaria, ese es un error fatal, ella no va a dejar de acostarse con tu esposo, si ese fuera el caso, porque tú seas su amiga ahora.
  • Dejale claro a tu esposo que ella es su secretaria no la tuya, que no la necesitas en la casa o sustituyéndote en ningunas de tus obligaciones.
  • Nunca te muestres celosa delante de la secretaria al llegar a la oficina de sorpresa y verlos juntos en la oficina, solo has que ella se retire, tu casa es un terreno prohibido para ella, pero la oficina no es para ti. Si hubo algo que no te gusto en tu llegada, recuerda que tu esposo está trabajando, espera que llegue a la casa y lo conversas con él.
  • Has que la secretaria te respete pero sin sospechar que sientes celos de ella porque las mujeres muchas veces solemos ser muy mal intencionadas y si ella es de esas puede crear mil situaciones que pueden molestarte y en las que tu esposo no va a tener nada que ver. No declares nunca la guerra abiertamente, esto solo te traerá disgustos.