Llegó el 2011, y ahora es el momento de organizar este año a estrenar. Además de los nuevos objetivos, hay que tener en cuenta aquellos que no pudieron alcanzarse anteriormente.
En esta nota, te daremos algunos tips para que puedas programar un año exitoso. Comenzar una carrera o recibirse, cambiar de trabajo o pedir un aumento en el que tenemos, casarse, hacer un viaje, tener un hijo o dejar de fumar son solo unos pocos ejemplos de los objetivos que uno podría plantearse al comenzar un año. Entre tanto caos, lo mejor que podemos hacer es armar una lista de objetivos para empezar, y luego comenzar a priorizar y a actuar en consecuencia. Aquí algunos consejos para que puedas tener éxito en tus proyectos:
- Poner objetivos a corto plazo: Esto implica que las metas que te impongas deben ser concretas, realmente necesarias, próximas y asequibles. En otras palabras, ir paso a paso, por ejemplo, si tu idea es dejar de fumar, el primer paso será asesorarte con un profesional sobre el proceso que mejor se adecue a tus necesidades. Ahora bien, una vez que hayas alcanzado el primer paso, debes avanzar e ir más allá, sin perder de vista los próximos pasos cortos a seguir (en este caso, acudir a terapia, cambiar tus hábitos, etc…). La meta es llegar tan lejos como puedas en casa proyecto.
- Graduar la motivación y el deseo: Hacer de tus proyectos una verdadera obra de sinceridad y compromiso contigo misma, establecer las prioridades para poder llegar a la acción y no detenerse o quedarse enredado en la partida.
- Evaluar los recursos y herramientas disponibles: En este punto debes calcular de antemano cuánto es el esfuerzo que debes hacer para llegar a cada meta, sopesar si realmente tienes la voluntad para hacerlo y sostenerlo, las cosas que necesitas, las que ya tienes, tus fortalezas y habilidades, lo que deberías aprender o modificar. Esto significa que no estaría bien que te embarques en un proyecto que de antemano sepas que será un fracaso, por ejemplo, si quieres comprarte una casa pero estás tapada de deudas, no es que tengas que dejar de soñar con tu independencia, pero antes de llegar a ese punto, debes ponerte como objetivo otros aspectos como saldar tus cuentas, evaluar si tu sueldo alcanza para un préstamo, etc.
- Sostener en el tiempo: Cuando el deseo es verdadero, debes ejercitar la voluntad sin exigirte ni más ni menos de lo que verdaderamente puedas hacer. Es bueno visualizar la meta y sus beneficios para sostener el desafío. Debes aprender a ser flexible, a tener la capacidad a adaptarte ante las situaciones inesperadas. Muchas veces, ante un objetivo, se necesita más tiempo del previsto inicialmente para alcanzarlo, y otras, en el camino, se descubren nuevas posibilidades, alternativas u opciones para llegar a él. Puede incluso ocurrir que en medio de la marcha te resulte necesario redefinir el objetivo que te ha llevado hasta el punto en el que te encuentres, por eso, no debes empecinarte con el camino preestablecido en caso de que surjan imprevistos, sino saber adecuarte a ellos para seguir en carrera.
- Saber pedir ayuda: En caso de ser necesario y según el objetivo o la meta en cuestión, aceptar la colaboración de quien creamos que está capacitado para escucharnos, acompañarnos so tendernos una mano. Esto significa que no debes anteponer tu orgullo en tu vida sino saber que ante ciertos problemas que escapan de tus manos, será mejor recurrir a quien corresponda para que te ayude a solucionar el tema en cuestión. Volviendo al ejemplo de dejar de fumar, si tu objetivo inicial fue hacerlo por propia voluntad y ves que has fallado en el camino, recurrir a un profesional para que te de otras alternativas para que puedas finalmente alcanzar tu meta.
- Tener confianza en uno mismo: Todos tenemos habilidades y fortalezas. El secreto reside en ejercitar constantemente los aspectos positivos de cada uno.