Cuando llega la hora de dormir y el sueño no llega

A muchas personas les pasa que, tras un día duro y estresante, en lo único que piensan es en descansar Cuando llega la hora de dormir Pocas cosas son tan placenteras como dormir. Lástima que a veces, el descanso se vuelva tan esquivo que te impide la entrada al país de los sueños. Seguramente por eso es que en los últimos años ha aumentado enormemente la venta de pastillas para dormir, y a esa mala noticia se le suma otra: las mujeres son las mayores consumidoras. Pero las píldoras no eliminan la raíz del problema: El insomnio, más que una enfermedad, es un síntoma caracterizado por una inadecuada cantidad y calidad del sueño. Un estilo de vida exigente, mucha carga de trabajo y la presión del día a día son las causas más comunes. Pero afortunadamente, no todo está perdido, pues los expertos han descubierto algunos “minimizadores” de tensión, ideales para pasar una buena noche.

  • Baño de vapor: Para que tu cerebro “sepa” que es tiempo de descansar, nada mejor que bajar la temperatura corporal al punto en que desciende cuando estás durmiendo. ¿Cómo? Una hora antes de ir a la cama regálate un baño de inmersión con agua caliente. Cuando salgas, tu calor corporal va a descender, dejándote lista para entregarte a los brazos de Morfeo.
  • Esencias naturales: Unas pocas inhalaciones de lavanda antes de meterte bajo las sábanas te ayudarán a dormir más rápido y profundo. Para que la dosis te dure toda la noche, nada mejor que aplicar en la almohada unas gotas de esta esencia… y ¡A dormir!.
  • Cúbrete los ojos: Nada mejor que una máscara para el sueño para evitar que tu sistema perciba las luces intermitentes que puede tener el DVD, el equipo de música, o incluso la luz que se filtra por la ventana. Estas fuentes de luz, por más minúsculas que parezcan, pueden ser grandes perturbadoras del sueño. El cerebro capta la luz incluso con los ojos cerrados. Al taparlos, se crea la ilusión de una oscuridad total y el sistema nervioso se relaja. Lo ideal es que la máscara sea lo suficientemente grande como para que cubra los ojos y la parte superior de la nariz, por donde se filtra la luz, y que la tela sea suave de manera que no te irrite la piel.
  • Rutina pre-sueño: Treinta minutos antes de zambullirte en la almohada debes establecer una rutina: leer un libro, hacer posturas de yoga relajantes, poner música tranqui o cualquier cosa que ayude a descomprimirte. Una rutina nocturna es un estímulo para que tu cuerpo responda de manera automática al sueño. Y también hay que tener cuidado con lo que se ingiere antes de dormir: nada de café, te ni mate.
  • Visualizar un recuerdo placentero: Si quieres distraerte de las preocupaciones que te mantienen despierta toda la noche, enfoca tu mente en uno de tus recuerdos favoritos, desde las últimas vacaciones en la playa o la primera vez que te sentiste cerca de tu novio. Pero cuidado! No te esfuerces demasiado por evocar el recuerdo completo, alcanza con retener la primer imagen que aparezca. Deja que tu mente la recupere de forma natural y concéntrate en los detalles calmantes, como el calor en tu espalda o el sabor salado del mar.
  • Relaja tu tensión muscular: Cuando tu mente va a mil, tu “comprensivo” sistema nervios trata de seguirle el ritmo… tensionando todo el cuerpo. Elimina esta carga imaginando que se disuelve a través de los dedos de los pies e imagina que el estrés sale por cada dedo. Después traslada la energía desde las pantorrillas hacia las caderas, y así hasta la punta de tu cabeza.
  • Cuenta regresiva: Nada como una serie de números descendentes para mantener tu mente libre de pensamientos ansiosos. Si le agregas una imagen como bajar una escalera mientras haces la cuenta regresiva desde el cien, sentirás que estas entrando cada vez más profundo en el sueño-
  • Respiración: Presta atención al aire mientras ingresa por la nariz, expande los pulmones y relaja la panza, repite lo mismo al momento de exhalar. Resulta ser que cuando logras concentrarte en la respiración, empiezas a inhalar y exhalar mucho más profundo. Esto ayuda a que el cuerpo suelte toda la tensión y se quede dormido.