La pongas donde la pongas a la escarola cualquier alimento le va bien. Puedes usarla con frutos rojos, con cualquier tipo de aliño o con algunas de las siguientes ideas que te proponemos. 
La escarola
Los griegos, los antiguos egipcios y los romanos ya consumían este alimento con un sabor ligeramente amargo y de hoja rizada. En la actualidad se puede encontrar en cualquier época del año en el mercado aunque es a finales de los meses de otoño y durante el invierno cuando se encuentra en su mejor momento.
Es recomendado su consumo en personas que tienen sobrepeso por su escaso valor calórico así como para las mujeres embarazas por la gran cantidad de ácido fólico que contiene, siendo en realidad la verdura que más contiene esta vitamina perteneciente al grupo B.
Igualmente aporta mucha fibra y ayuda en las digestiones por su contenido en intibina, compuesto extraordinario para favorecer tanto la función biliar como la hepática. Es diurética y depurativa por lo que se recomienda su consumo en caso de existir retención de líquidos ya que cuenta con bajo contenido en sodio y mucho en potasio y agua.
Para limpiarla correctamente de los posibles bichos y restos de tierra que contenga, se debe lavar perfectamente pero sin dejarla en agua, ya que pierde parte de sus nutrientes. Como las hojas de la escarola son muy duras, es aconsejable aliñarla 45 minutos aproximadamente antes de ser consumida para conseguir que se ablanden y que tomen mucho mejor el sabor de los condimentos que se vayan a utilizar.
Comprarla y conservarla
A la hora de adquirirla se deben elegir los ejemplares que tengan las hojas más brillantes y frescas, es decir, que sean verdes en su parte exterior y en el centro de color amarillo claro. Se deben rechazar las que tengan un ligero color pardo.
Una vez en el hogar se retirarán las hojas que estén deterioradas y guardarla dentro de la nevera envuelta en un plástico. De esta manera se conservará estupendamente durante unos tres o cuatro días, aunque es recomendable consumirla cuanto antes.
Aplicaciones dentro de la cocina
Las hojas de su interior son las más recomendables para elaborar cualquier tipo de ensalada en las que se pueden incluir zanahorias, tomates, maíz dulce, fruta o pollo entre otros alimentos.
Las hojas más duras y verdes pueden usarse para preparar purés y caldos ya que quedan muy suaves al perder su sabor amargo durante la cocción.
También pueden utilizarse para preparar tortillas. En este caso antes de que se mezclen con el huevo, se deben rehogar las hojas en un poco de aceite hasta que estén bien blandas y después cuajarla.
Sabores para combinar
La escarola mezclada con granada ya es todo un clásico y es que ese sabor tan característico de esta fruta combina de maravilla con ella.
El toque ácido que le dan las frambuesas, la mandarina o la piña también resulta exquisito así como si se acompaña de frutos secos, de queso o de ajo.
