Fórmulas caseras de belleza (Parte II)

Actualmente existe una gran variedad de productos en el mercado destinados al cuidado del cutis del rostro y del cuerpo en general. Sin embargo, siguen siendo muy recomendadas algunas recetas caseras de belleza, que además de permitir un poco de ahorro, brindan excelentes resultados. Por eso, a continuación se presentan algunas fórmulas para diferentes tipos de pieles y diversos resultados, como reducir arrugas o eliminar imperfecciones. Fórmulas caseras de belleza (Parte II) Máscara para piel maltratada o reseca

Esta mascarilla, al igual que la anterior, contiene como ingrediente fundamental a la manzana. Pero a diferencia del procedimiento anterior, en este caso se debe asar la manzana sin carozo, pero conservando la piel, para obtener un puré consistente. A esto se lo mezclará con una cucharada de manteca fundida y un poco de germen de trigo. Esta mascarilla funcionará de forma similar a una leche altamente hidratante de la industria cosmética, pudiendo ser aplicada por todo el cuerpo. Sin embargo, se la debe enjuagar luego de que se la deje actuar unos veinte minutos. 

Máscara para piel grasa

Si se tiene un cutis grasoso una posible solución al problema es mezclar una yema de huevo con una cucharada de azúcar morena. Al obtener un resultado bastante homogéneo se lo debe aplicar sobre el cutis, dejándolo actuar quince minutos. Para finalizar la mascarilla debe ser removida con agua tibia.

Otra receta casera de belleza para combatir la piel grasa, consiste en una mezcla muy liviana y efectiva. Se debe mezclar una cuchara pequeña de bicarbonato de sodio, con la ralladura de medio limón y 2 cucharadas soperas de agua potable.Se debe aplicar el resultante sobre las zonas grasas del rostro; usualmente en la zona “T” (la frente, nariz y mentón), o bien donde sea necesario. Se debe dejar actuar el producto durante quince minutos, y se deben remover los restos de limón con agua.

Mascarilla para cutis enrojecido

Si lo que se padece es un cutis enrojecido o congestionado, una buena solución es una mascarilla a base de pepino. El procedimiento consiste en extraer la pulpa de un pepino pelado, para ser batido con una clara de huevo. Para la aplicación se debe empapar un paño con el producto, y luego se lo debe apoyar sobre el rostro (a modo de compresa) para dejarlo actuar unos veinte minutos.

Mascarilla de acción profunda

Para obtener un resultado de calidad y prolongado pero con poca regularidad en la aplicación, se recomienda la siguiente mascarilla: se deben mezclar tres cucharas soperas de sal gruesa con otras tres de aceite de almendras (se consigue en farmacias); luego se debe masajear suavemente el rostro con la fusión obtenida y se lo debe dejar actuar hasta que el cutis absorba todo. Este tratamiento es especialmente recomendado para pieles sensibles.