La piel de nuestro rostro y la de nuestras manos son unas de las más delicadas de nuestro cuerpo. Para que siempre luzcan perfectas ahí van algunos trucos para conseguirlo.
La piel de nuestra frente
Aunque la piel de esta zona es algo más fuerte que la todo el rostro restante, por su continuo contacto con la zona de la cabeza, se encuentra bastante más expuesta a las agresiones de tipo externo. En la zona del entrecejo se suelen marcar mucho más las arrugas de expresión y en la zona más superior, que es la que llega a rozar con el nacimiento de nuestro cabello, es la más seca.
Como consejo después de lavar el pelo, se debe aplicar la crema hidratante habitual de una manera más generosa por toda esta zona. Además al tener un contacto mucho más directo con los productos que utilizamos para el cabello, debemos protegerla muy bien después de cada lavado.
El contorno de ojos
La piel que rodea esta zona es bastante más fina que la demás y por si esto fuera poco, se encuentra más expuesta a los movimientos continuos de los parpadeos, por lo que el desgaste es mucho mayor. En esta zona es donde comienzan antes a formarse las temidas arrugas y las patas de gallo, además de deshidratarse con suma facilidad. Para evitar todo esto se debe aplicar una crema específica en esta zona siempre con nuestro dedo anular, ya que es el que tiene menos fuerza y por tanto las presiones que se hagan sobre esta zona serán bastante más suaves.
El contorno de la boca
Aunque la piel de esta zona no es tan delicada ni tan fina como la de los ojos, se encuentra más expuesta a que aparezcan arrugas típicas de expresión ya que se encuentra en constante movimiento y sobre todo si se es fumadora, por lo que hay que hidratarla por partida doble.
En este caso se debe usar un protector labial o vaselina e incluso extenderlo por todo alrededor de las comisuras ya que se suele resecar demasiado y se encuentra sometida a fricciones continuas que las llegan a deshidratar como por ejemplo con la simple acción de utilizar una servilleta durante las comidas.
La piel de las manos
Si se tienen muy secas se puede crear un tratamiento casero con aceite de oliva y crema de manos. Antes de irse a la cama se deben impregnar muy bien las manos con este preparado y ponerse unos guantes para dormir toda la noche con ellos.
Si aparecen manchas en las manos hay que acostumbrarse a pasarse un limón por esta piel sobre todo por las zonas en las que hayan aparecido las manchas. Esto debe convertirse en una rutina que hay que realizar todos los días durante unos cinco minutos.
Si por otra parte han aparecido grietas debido al frío, un aceite con vitamina E junto con vaselina pura, ayudarán a mantener toda esta zona húmeda para que poco a poco se vayan cerrando dichas grietas.