La obsesión de las chicas por un estereotipo de belleza está llegando a niveles muy peligrosos, como las que padecen tanorexia u obsesión por tener la piel dorada o canela, sin importar los medios y las consecuencias para lograrlo. Y no es que se aplique un pintura con en un body paint, sino que son aquellas que están obsesionadas con broncearse su piel y exhibir ante los demás un tono canela perfecto, pero sin tener en cuenta los daños que pueden ocasionar a su piel y a su salud. Este tipo de trastorno fue bautizado como tanorexia y se refiere a la obsesión que tienen las mujeres (y algunos hombres) a los rayos solares.
El objetivo siempre será el mismo y es tener una piel totalmente bronceada y que sea atractiva visualmente a los demás. La causa es que la exposición a los rayos solares tiene un efecto en el sistema hormonal y logra liberar hormonas que producen un efecto de bienestar. Para los investigadores que descubrieron estas extrañas inclinaciones, les parecía increíble saber que a pesar de que por todos los medios posibles se ha tratado de dar a conocer que el sol es uno de los mayores causantes de cáncer de piel, las personas y sobre todo, las chicas, piensen mas en una “belleza” pasajera o momentánea, que posiblemente a un mediano o largo plazo les acarree realmente consecuencias graves.
Los comportamientos de este tipo de mujeres, son obsesivos. Tienden a salir todos los días y por varias a horas a tomar el sol y es imposible pasar un día sin haberlo hecho, porque se sienten culpables o mal consigo mismas. Pero todo va de la mano con las tendencias, porque aunque para algunas mujeres estar bronceadas hasta su más intimo rincón es lo último, hay otras que piensan que el bronceado excesivo, además de ser perjudicial, no las hace ver tan atractivas.
Como rutina tienen la costumbre de rociar sobre su cuerpo, un spray marrón que les da ese color que tanto anhelan y que el sol no les puede dar tan rápido. Otras van a centros estéticos, en donde les aplican una sustancia con ayuda de un aerógrafo. El resultado será una piel entre naranja, dorada y hasta casi café. La mayoría de mujeres que presentan este trastorno no supera los 25 años, lo que preocupa más a los médicos. Lo paradójico de algunos de estos casos, es que a pesar de que viven con la idea de tener una piel canela, se ven con un aspecto enfermizo y muy pálido.