Llegar a los 40 años, representa un sentimiento de preocupación y alegría para quien lo afronta, es decir, puede convertirse en una experiencia agridulce. Llegar a los 40 es un miedo para muchas chicas, pues sienten que han perdido esa etapa de juventud y lozanía que tenían antes y que habrán cambios radicales en su vida, como desde la dedicación por completo a los hijos, la llegada de la menopausia o la aparición de ciertas enfermedades. Pero lo cierto es que casi todas pasan por eso, pero es una etapa más que debe ser vivida y que tiene muchos beneficios.
Hay mujeres que también se trauman pro la presión que sus amigos o familiares ejercen sobre lo que han hecho o dejado de hacer, por ejemplo, si no se caso, si no tuvo hijos, sino estudio más o si no aceptó esa propuesta de trabajo hace algunos años, con la que probablemente, el rumbo de la vida sería diferente, no necesariamente mejore sino diferente. Obviamente, cada mujer que reciba este tipo de críticas, lo primero que se preguntará es que ha hecho con su vida y si todo lo que hizo fue lo correcto, o si le alcanzará le tiempo para poder hacer muchas cosas más. Aunque hay varias cosas en torno a esto, pero visto de una manera más positiva. Lo primero es dejar de pensar en los demás, en tratar de sentirse feliz consigo misma y saber que lo que se ha hecho o no, es por decisión propia. Lo segundo, es empezar a evaluar cada detalle, y encontrar que con cada acto, hay que encontrar una paz interior.
– Hay que entender que la felicidad no se obtiene por el dinero, por comprar muchas cosas, por gastar o derrochar, por tener o acumular o por poder exhibir los logros ante los demás. El dinero es un factor necesario para cualquier persona, pero no da la felicidad, pues esta, se construye desde adentro.
– Cuando pasen dificultades y problemas, hay que agradecer, así como cuando hay éxitos, logros y alegrías. Siempre las situaciones pasan por algo y es necesario que en la vida de todos hayan circunstancias difíciles o no tan alegres, para ganar experiencia y no caer en los mismos errores más adelante.
– Nunca es bueno ver la vida con negativismo, y modificar la perspectiva de la vida, puede ayudar a generar cambios en las situaciones emocionales, laborales y familiares, incluso hasta sociales. Además siempre es mejor tratar de mantener la calma y pensar con cabeza fría cuando hay dudas o miedos.
– Algo que deben aprender las mujeres con casi 40 años de vida, es que no todo lo que pase a su alrededor puede tomarse de forma personal. A veces, muchas personas actúan de ciertas maneras por los problemas que tienen en sus vidas, pero no tiene nada que ver con atacar a los demás.
– Es bueno empezar a conocer otros lugares, viajar, disfrutar de la naturaleza, de un lago o de un atardecer. El aire fresco es un elemento esencial en el que la cabeza, el corazón y el cuerpo, salen beneficiados.
– Las heridas del pasado, hay que ayudar a sanarlas. Lo que pasó, pasó. Es mejor liberar el espíritu de resentimiento o de malas energías y afrontar esta nueva etapa con nuevos sentimientos y tranquilidad.
– En la parte física, no hay que preocuparse de una arruga o de un kilo de más, pues son señales que los años pasan y no a todas les quedan mal. Es un proceso natural y hay que saber aceptar lo que llega. Afortunadamente hay tratamientos, cremas y hasta el ejercicio, puede servir para que no se noten.