El llanto es una expresión emocional de cualquier humano, siendo la reacción que nuestro organismo tiene a nivel cognitivo, fisiológico, social y emocional antes diferentes conductas. De manera científica, el llanto permite la descarga de hormonas que nos ayudan a mantenernos en equilibrio, y es que después de llorar nos sentimos mucho más relajados, ya que el organismo ha desechado con las lágrimas, sustancias como cortisol y generado endorfinas y analgésicos naturales.
Por otra parte la secreción lagrimal es necesaria para mantener en buen estado la córnea, ayudando a limpiar las sustancias irritantes y los cuerpos extraños que se alojan en la superficie del ojo y protegiendo a éste de infecciones microbianas. Además si se contiene el llanto, los vasos sanguíneos, los músculos, el intestino y el estómago se contraen lo que provoca numerosos malestares.
¿Por qué es bueno llorar?
Tan bueno es llorar como reír, ya que las dos emociones ayudan a liberar energías negativas y positivas, lo que permite que exista un equilibrio en el estado de ánimo. Al llorar se libera noradrenalina y adrenalina, hormonas que consiguen que el cuerpo entre en un estado de desahogo y relajación. Por su parte la oxitocina refuerza la tranquilidad, por ello después de haber llorado se siente un descanso muy parecido al que se experimente al salir de la ducha.
Llorar libera la tensión y estrés
Las lágrimas emocionales son las que nuestro organismo produce tanto en los momentos tristes como los felices. Cuando estamos expuestos a preocupaciones, el estrés no nos permite pensar, sin embargo, cuando lloramos, nos sentimos relajados porque con cada lágrima se liberan dosis elevadas de adrenocorticotropina, una hormona que secreta corticosterona y cortisol y que son liberadas cuando hay mucha tensión. Además se derraman analgésicos naturales como leucina y prolactina. Resumiendo, el llanto es una reacción química que reduce el estrés y calma el dolor.
Lágrimas
Cuando aparecen lágrimas sin ningún tipo de sentimiento, reciben el nombre de basales, ya que solamente son una producción de las glándulas lagrimales que llegan al ojo y sen van en lágrimas. Su función es protegerlo y combatir la suciedad y las sustancias extrañas. También mantienen esta zona hidratada, cuidan la visión y oxigenan la córnea.
De igual manera ocurre con las lágrimas reflejas. Éstas se presentan cuando un objeto extraño se mete en el ojo y se producen en cantidades muy grandes ya que contienen anticuerpos para protegernos de posibles virus y de los gérmenes.
Reducción el mal humor
Cuando el cuerpo genera lágrimas se desecha manganeso, un metal que si se encuentra en grandes dosis en el organismo, hace que experimentemos cansancio, irritabilidad, cuadros de ansiedad y períodos depresivos. Sin embargo cuando se llora se aumenta la cantidad de las endorfinas lo que nos mantiene de buen humor.
Una oportunidad para empatizar
Cuando alguien está llorando, de manera inevitable nos está invitando a ponernos en su lugar, o lo que es lo mismo, empatizamos con él de manera automática. De esta manera se produce un vínculo emocional que además nos hace indagar en nuestro interior y analizar las consecuencias, tanto negativas como positivas, de la situación.
