Lo bueno y lo malo de vivir sola II

Vivir sola también tiene algunos aspectos desagradables que hay que revisar para tener la certeza si se podrán superar con el tiempo o si es necesario quedarse una temporada mas en casa de mamá mientras se tiene con quien irse a vivir ya sea una amiga o la pareja. Lo bueno y lo malo de vivir sola II Ahora, no todo es color de rosa, así como hay grandes ventajas, también hay algunos problemitas que deben ser analizados antes de salir de casa de los padres.

– El dinero es lo más importante pues con él se pagará el arriendo, los servicios y la comida. Debe tenerse claro que una vez fuera de la casa de la mamá, no se puede pedir algún tipo de ayuda económica, pues la idea de que una persona se vaya a vivir sola, es que tiene la suficiente capacidad de salir sola por sus medios y no simplemente cambiar de lugar pero seguir bajo el cuidado de sus padres. El concepto independencia va de la mano con la madurez. 

– Hay algunos hábitos que no pueden tomarse a la ligera y evadir responsabilidades. Es necesario que quien vive sola tenga un trabajo, que tenga con que sostenerse así como sostener sus gustos, sus necesidades y por todo aquello que le molestaba cuando estaba en casa de sus padres. Está bien dormir hasta tarde en un fin de semana pero cuando hay compromisos, es lo último que debe pasar. Es un nuevo reto en el que cada chica se demostrará a si misma de que es capaz y sobre todo en medio de la soledad.

– El oficio debe ser importante, la limpieza, la higiene, mantener ropa limpia y no una montaña de tela, medias y ropa interior almacenada desde hace un mes. La loza no puede pasar más de dos días sin lavarse pues probablemente lleguen moscas y malos olores y la mugre sea más difícil de quitar, el baño y el cuarto son lugares importantes para lavar de vez en cuando y el resto de la casa mantenerse libre de polvo. Probablemente en un inicio sea difícil porque se está acostumbrada a que la mamá haga la mayoría de oficio, pero en medio de la independencia se debe aprender a hacer todas las labores del hogar. 

– La soledad a veces puede jugar sus malas pasadas, el no tener con quien hablar, quién salude cuando llega o por lo menos a quién decirle “buenas noches” es frustrante y esos espacios tan anhelados en los que nadie moleste se convierten en algo tormentoso y se extraña con una intensidad tan grande a los padres o a los hermanos, pues hace falta con quien discutir.

– No siempre habrá dinero para comprar y no tener a la mamá que le ofrezca un menú muy variado puede hacer falta o puede pasar que en medio del cansancio después de un día pesado de trabajo, se tenga que llegar a casa a preparar la cena o en definitiva irse a dormir sin comer porque la pereza o el malgenio por que el privilegio que la comida este lista y caliente ya no está.