Métodos anticonceptivos, vida sexual responsable

Llevar una vida sexual madura, no es aquella que se traduce en abstinencia por miedos o desconocimiento del tema, sino que es la que se vive plenamente con el conocimiento de los placeres y las responsabilidades. Por eso, a continuación se presentan los métodos anticonceptivos para la mujer. Métodos anticonceptivos, vida sexual responsable En la actualidad se cuenta con la apertura necesaria para poner en manos de quién lo requiera, la información para elegir el mejor método anticonceptivo. Ésta elección debe hacerse aún antes de comenzar una vida sexual, pero igualmente nunca es tarde para hacer uso de ellos. Ya sea en pareja o de manera individual se debe elegir el método más acorde al estado de salud, estilo de vida, edad, planes reproductivos, etc.

Métodos hormonales: En esta categoría entran las pastillas, los implantes,  parches e inyecciones; trabajan a base de hormonas cuya función se basa en crear ciclos anovulatorios, es decir, ciclos sin formación de un óvulo maduro y fértil, de manera que se pueda evitar un embarazo.
Si bien la eficacia de estos métodos está por encima del 90% contra la concepción, no protegen de enfermedades venéreas como los preservativos. Este tipo de métodos están recomendados para  mujeres con pareja estable, con buen estado de salud y de mucha disciplina cuando se trata de toma de pastillas o uso de parches, donde solo un fallo da la posibilidad de un embarazo.

Métodos de barrera: Preservativo, diafragma, espermicida, esponjas y anillos vaginales. Estos métodos como su nombre lo dice funcionan como traba en el paso de los espermatozoides en su camino hacia la concepción, superan el 90% de eficacia además de ser fáciles de utilizar.
 El preservativo masculino es el único método que protege de todas las enfermedades de transmisión sexual, ya que no permite ningún contacto con fluidos ajenos.

Método Intrauterino: DIU o diafragma intrauterino. Se trata de un método que trabaja desde el interior del útero liberando iones u hormonas que evitan la concepción.
Este método está recomendado para parejas estables que ya hayan tenido hijos por la complejidad del implante que debe ser cambiado tan solo una o dos veces al año. Igualmente, cabe mencionar, que no protege de ninguna enfermedad de transmisión sexual.
Métodos Naturales: Conocimiento del ciclo femenino, lactancia prolongada, bilings o moco cervical, temperatura basal, y coito interrumpido.
La mayoría de ellos tratan de conocer al cuerpo femenino y los indicios de sus días de fertilidad para evitar en ese momento el contacto sexual, y el método coito interrumpido se basa en evitar la eyaculación en el interior de la vagina. Si bien no tienen ningún efecto secundario, su eficacia es muy débil, funciona más bien con parejas estables que conocen muy bien sus ciclos y estado de salud, pues tampoco protegen de enfermedades venéreas.

Métodos permanentes: Salpongoclasia y Vasectomía. Trabajan de forma permanente al ser cortados o atados los conductos por donde se libera espermatozoides y óvulos respectivamente. Cuando se tiene la convicción de no procrear es el método ideal, pues no es reversible y su eficacia es total. Igualmente no brinda protección contra enfermedades venéreas, sino que es recomendado para personas con pareja estable que no desean procrear más hijos.

Cada método varía en su eficacia, hay algunos más seguros que otros, así como también varían en cuanto a efectos secundarios, manera de ingerirlos y modo de aplicación. La forma más correcta de comenzar a usar uno de estos es siempre bajo prescripción médica tras una entrevista y examen médico personalizado.