La receta para hacer estos pastelitos es muy fácil, pero sí hay que reconocer que un poco entretenida. Pero merece la pena, ya que son muy sabrosos y resultan muy económicos. Ingredientes para 4 personas: 2 huevos, 120 grs. de harina, medio vaso de leche, 20 grs. de levadura en polvo, 80 grs. de azúcar, 3 yogurts naturales, 6 cucharadas de leche condensada, 1 dl. de nata para montar, caramelo líquido, 1 limón y aceite de girasol.
Pon en un recipiente la leche y medio vaso de aceite de girasol, batiéndolo todo bien. Añade la levadura y 100 grs. de harina, y mezcla bien hasta conseguir una masa homogénea.
Lava el limón y corta 8 tiritas delgadas de la corteza, que luego servirán para adornar el postre. Ralla el resto y añade la mitad de lo que has rallado a la masa.
Precalienta el horno durante 10 minutos a 180º. Unta una fuente que pueda ir al horno con un poco de aceite, espolvoreándola también con la harina que te ha quedado. Vierte la masa en ella y pon la fuente en el horno, dejando hornear durante media hora. Antes de sacarla comprueba con un palillo la cocción, y si ves que aún no está lo dejas un poquito más.
Pon en un recipiente los yogurts, la leche condensada, la mitad de la ralladura que te quedaba y el zumo del limón exprimido. Mezcla todo bien. Seguidamente, monta la nata con unas varillas, y la vas añadiendo a la mezcla del yogurt poco a poco hasta que esté completamente integrada. Deja que se enfríe en el frigorífico.
Corta el bizcocho para hacer raciones individuales y vierte por encima la crema que has guardado en el frigorífico. Decora con las tiras de corteza de limón y con caramelo líquido alrededor.