Resiliencia, el secreto para ser feliz

Si hay una palabra de moda que últimamente la pronuncia todo el mundo, es resiliencia. Se trata de una de las herramientas más adecuadas para conseguir la perseguida felicidad. Te interesará saber que una persona resiliente es la que no tira nunca la toalla.

Ejemplos de ello hay muchos a lo largo de la historia, aunque también es cierto que no hace falta experimentar una situación límite para saber si se es resiliente. Y es que tanto hombres como mujeres luchan cada día para superar momentos como el de una separación de pareja, un accidente de coche, un despido improcedente, un desahucio o incluso una lealtad.

Una personalidad resiliente ayuda a superar estos dures, injustos y tristes momentos que la vida nos va poniendo. Una persona que no tenga esa capacidad se quedará en el camino, como así ocurre en ocasiones.

Características de una persona resiliente

¿Qué convierte a una persona en resiliente? Lo cierto es que es debido a varias características personales y que no se pueden explicar bajo un solo concepto. Algunas de ellas son las siguientes:

Pasión

La pasión se encuentra ligada estrechamente a nuestros talentos. Cuando se pregunta a un profesional la razón por la que ha llegado a ser brillante, la mayoría contestará que hacen lo que les apasiona. Cuando se tiene pasión por algo, es difícil abandonarlos por muchas piedras que vayan apareciendo por el camino. La pasión encuentra soluciones dónde otras personas no las ven.

Valentía

Una persona valiente sabe que el riesgo, si es controlado, compensa. No le importará enfrentarse a ciertas emociones como el miedo, la incertidumbre o la frustración. Lo único que tiene claro es que quiere triunfar y querrá conseguirlo por encima de esos momentos duros que seguramente aparecerán. Una persona valiente sabrá gestionar el fracaso, interpretarlo, aprender y buscar soluciones.

Resistencia

Hay personas que ante una adversidad se crecen y superan la situación, mientras que otras, se hunden incluso antes momentos de menos gravedad. A esto se le llama hardiness, un concepto inglés que aparece en numerosos cuestionarios de personalidad como uno de los predictores del éxito. La resistencia se nutre de la implicación que una persona tiene con el proyecto que ha emprendido y de ver ese reto como una oportunidad para cambiar y no tener miedo a salir de la zona de confort, aceptando el hecho como un juego.
Gestionar el fracaso

Fracasar y cometer errores es algo que nadie suele llevar bien. Pero una persona que gestiona su fracaso de una manera positiva, sin sacar malas conclusiones sobre uno mismo y sin tratarse mal, se atreverá de nuevo, ya que sus errores no salen, a nivel emocional, caros. De esta manera aprenderá y evolucionará.

Ten siempre presente que la resiliencia tiene que entrenarse y que nos va a ayudar a sobrevivir con fuerza y serenidad, por eso es importante que «no la dejes para otra vida».