El cuerpo es sabio y siempre nos está hablando, por eso es muy importante aprender a escucharlo para saber lo que nos quiere decir. Y con el tema del sueño, también lo hace. Y es que no dormir lo suficiente trae consecuencias muy negativas como estrés, sensación de cansancio, daños en el funcionamiento cognitivo, así como un riesgo mayor de sufrir dolencias más graves como enfermedades cardiovasculares, diabetes e incluso cáncer.
Por eso, antes de que una falta de sueño se convierta en un trastorno crónico y derive en problemas más graves de salud, hay que tener en cuenta las señales que lanza el cuerpo en forma de advertencia y que no se deben pasar por alto. Toma nota de los siguientes avisos que te envía tu organismo para indicarte que no estás durmiendo lo suficiente.
Hambre constante
Si el cuerpo no consigue la energía que necesita durmiendo, tiene que intentar conseguirla de otro lugar, por ejemplo de la comida. Y es que no descansar lo suficiente hace que la producción de la hormona del hambre, conocida como grelina, aumente. Además no dormir lo suficiente puede afectar también a otra hormona llamada eptina, que se encarga de regular la sensación de saciedad. Por ello, si no se duerme los suficiente, se es más vulnerable a los antojos, ya que resulta más difícil interpretar las señales que emite el cuerpo para dejar de comer.
Concentración y agilidad mental mermada
Cuando se está cansado, se está fuera de juego ya que la falta de sueño afecta de manera directa al rendimiento cognitivo, lo que significa que funciones tan esenciales, como por ejemplo la resolución de problemas, la gestión de tiempo o la toma de decisiones, se tornan más difíciles de realizar haciéndose muy «cuesta arriba» llevarlas a cabo.
Las emociones también pueden verse alteradas por no dormir lo suficiente. Así por ejemplo si se ha pasado de un estado de felicidad a un estado de tristeza prácticamente permanente, o se reacciona de manera distinta antes situaciones que antes no hubiesen afectado de igual manera, son signos de que se necesitan más horas de sueño.
Por otra parte la falta de descanso puede jugar con la memoria, ya que cuando se está cansado resulta más difícil formar recuerdos. Y es que dormir lo suficiente es fundamental para la salud a largo plazo del cerebro.
Pero las emociones no son las únicas que se convierten en un tema más difícil de controlar cuando no se duerme lo suficiente, ya que el cuerpo también lo hace y el día a día se puede convertir en una jornada de caos en la que tropiezas con todo o todas las cosas se te caen. Y es que cuando se está muy cansado, existe un lapso en general en la función neurológica, por lo que la información no se procesa de manera correcta.