¿Tengo tiroides o es sólo sobrepeso?

Hay muchas personas que relacionan un sobrepeso con trastornos que pueden ser consecuencia de un problema de la tiroides pero que en cualquier caso, la disfunción de esta glándula la llegan a diferenciar claramente de otros padecimientos, por lo que es primordial tener muy claro las diferencias entre ellos. ¿Tengo tiroides o es sólo sobrepeso?

Efectos de la tiroides

Todas nuestras hormonas sirven en un momento determinado de nuestras vidas y de igual manera las hormonas tiroideas son un “aditivo” para las células de nuestro organismo, provocando su especialización durante el desarrollo, como en un feto y el equilibrio y mantenimiento metabólico de las células de una persona adulta.

Los trastornos de estas hormonas suelen resultar principalmente por procesos de autoinmunidad, es decir por enfermedades donde se han producido defensas para combatir con nuestro propio cuerpo  y que pueden llegar a provocar una sobreproducción de hormonas, en este caso hablamos de hipertiroidismo o por el contrario, causar una destrucción de la glándula de la tiroides y por tanto una disminución de la producción de hormonas o lo que es lo mismo, hipotiroidismo.

Síntomas de un problema en la tiroides

En el caso de hipertiroidismo, la persona suele tener síntomas como temblores, taquicardias, insomnio, una intolerancia al calor y algo muy característico: hiperfagia, que es como se conoce a la acción de comer en exceso mientras se va perdiendo peso en vez de engordar. Otros síntomas son la caída del pelo y algunas alteraciones en los estados de ánimo como irritabilidad o depresión.

Por otro lado los síntomas del hipotiroidismo son un aumento del sueño, un lenguaje e incluso un pensamiento lento, aumento de peso aún con poco apetito, piel reseca, lengua gruesa o un frío intenso, ya que se puede llegar a perder el efecto termogénico, es decir, el generador de calor.  El incremento de peso se debe principalmente a la retención de líquidos, conocido médicamente como mixedema y al contrario de lo que se piensa, este aumento de peso es bastante modesto.

Por otra parte, cuando se habla de obesidad hay que decir que ésta se debe a una acumulación de grasa como un depósito de energía, ya que se llegan a ingerir muchas más calorías de las que son necesarias para realizar nuestras funciones celulares, como funciones cerebrales, actividad muscular y metabolismo propio del organismo.

Así, si sumamos al desequilibrio de comer de más, la escasa actividad física que se realiza y la vida sedentaria que se lleva, obtendremos como consecuencia la obesidad que se padece, por tanto y para concluir, el incremento de peso es en la gran mayoría de los casos debido a la obesidad, más que un problema de tiroides, entre otras cosas porque el hipotiroidismo no produce obesidad sino hinchazón, por mucho que una gran mayoría de personas tiendan a relacionar la obesidad con un trastorno de esta glándula.

En cualquier caso una disfunción de la glándula de la tiroides, ya sea por defecto o por exceso,  se diferencia muy fácilmente de cualquier otro tipo de padecimientos por los síntomas específicos que se han señalado más arriba.