Tontouring y draping

Aunque era cuestión de tiempo que el contouring dejara de estar en pleno auge, no hay que perder la calma, ya que en lugar de tener que usar diversos tonos de maquillaje como base y dedicar puede que demasiado tiempo en reconstruir nuestro rostro, podemos comenzar a apostar por otra técnica que deja como resultado un maquillaje mucho más natural: el tontouring.

¿Qué es el tontouring?

Aunque puede resultar una palabra un poco extraña, lo cierto es que es una técnica de maquillaje muy sencilla y una versión mucho más relajada del contouring, caracterizada por esculpir las características de la cara usando iluminador y bronceador.

Esta técnica en la que se usas polvos bronceadores es realmente sencilla. Solamente se necesitan dos tonos diferentes y por supuesto, una brocha. Primero hay que usar las sombras que son más oscuras para ir esculpiendo las alas de la nariz, la línea de la mandíbula y las cejas, para conseguir un efecto tridimensional en el rostro. Aunque puede parecer en principio una tarea complicada, lo cierto es que solo va a llevar un minuto hacerla.

El iluminador por su parte hay que aplicarlo en la nariz, en la barbilla y en el espacio entre las cejas, de esta manera se va a generar más juventud y luz en el rostro, como el moreno de playa que luce una adolescente con su cara relajada y sus mejillas brillantes.

Recuerda que el efecto de esta técnica también es visible puesto que esculpe el rostro, pero no resulta tan intenso como el contouring y la razón es porque se está trabajando con polvos bronceadores, por lo que todo es más natural. Además no se elimina cuando pasan unas horas, no es graso y es perfecto para llevar en verano cuando nadie quiere ir demasiado maquillada.

¿Qué es el draping?

El draping es la versión light del contouring, perfecto para todas aquellas mujeres a las que no les gusta una imagen demasiado morena y prefieren lucir una cara más pálida y de mejillas sonrosadas.

Esta técnica consiste en definir el rostro usando iluminador y colorete, consiguiendo un resultado más sutil y suave y dando un look más fresco y joven a quien lo lleva. Para realizarlo se necesita solamente un colorete dúo. Primero hay que aplicar el tono más oscuro bajo la curvatura de las mejillas para que resalte de manera natural las mismas, usando preferiblemente tonos rosas o amelocotonados.

A continuación se coge el iluminador en sombra y se aplica en las zonas más oscuras hasta llegar a la zona de la frente, de esta manera se unen los bordes de los pómulos con las zonas más duras consiguiendo una sensación más natural. Por algo cada día son más las mujeres que aman al draping al proporcionarles una mezcla entre una imagen de lo más moderna a la par que muy natural.